después de una larga caminata por fin había llegado a beacon hills se alegró demasiado, cerró los ojos por un momento y tomo una gran respiración llenándose de euforia y sintiendo la paz que hacía mucho tiempo no sentía, no sabía cómo expresarlo, pero apenas había dado unos pasos adelante su corazón se llenó de una sensación reconfortante, de repente se sintió protegido, como si no hubiera amenazas sobrenaturales que pudieran asechar su vida, claramente aún se encontraba un poco confundido con el hecho de que Laura estuviera vivía, Cora fuera una niña pequeña y Derek un adolecente de 15 años, es que le parecía todo tan irreal, tanto que su mente hiperactiva no podía dejar de pensar en tantas posibilidades infinitas que hasta comenzaba a dolerle la cabeza.
Camino con una sonrisa en el rostro, no sabía de donde había salido ese sentimiento de repente, pero le recordó muchas cosas, como cuando su mama estaba viva por ejemplo, o como cuando derek estaba vivo, justo en los primeros días de su relación, cuando solo tenía que preocuparse por ser feliz, con su novio, su familia y sus amigos, después llegaron los problemas sobrenaturales, cada vez en mayoría, de un momento a otro su vida se había convertido en un campo de batalla, en el camino perdieron a amigos, familiares, conocidos, personas que de alguna manera eran importantes en sus vidas y que ahora estaban muertas, pero stiles estaba seguro, que el final de su vida y de la de sus amigos fue el día que hicieron el sacrificio para hallar a sus padres, stiles estaba seguro que a partir de ese momento, beacon hills había dejado de ser una ciudad ordinaria y él y sus amigos habían dejado de ser simples adolecentes hormonados.
Pero no era momento para deprimirse, todavía tenía ese sentimiento de dicha en el corazón, sintiéndose libre de hacer lo que quisiera, sin tener que correr alguna clase de peligro.
Serian alrededor de las diez y media de la mañana de ese día, era azul y el sol brillaba en todo su esplendor, la cotidianidad de las calles de beacon hills le llamaron la atención, había niños jugando, personas andaban con sonrisas en el rostro mientras hablaban de cualquier tema fuera del interés de stiles, solamente se limitaba a andar y a contemplar la belleza de la situación, las personas parecían tranquilas, como si hace un par de días no hubiera habido múltiples asesinatos y desapariciones de adolecentes a simple vista comunes y corrientes, pero que en realidad hacían parte de un experimento fallido de unos científicos psicópatas que tenían azotada a la ciudad con el caos y el terror, habían sido esos mismos los encargados de crear asesinos "perfectos" que habían acabado con toda su manada y que seguramente lo estarían buscando para acabar el trabajo sucio y poder tomar el control de la ciudad con ellos querían desde un principio.
Su caminata dio fin cuando se encontró con el parque central de beacon hills, rodeado por arboles gigantescos y caminos abiertos, praderas y juegos donde los pequeños podían pasar el rato mientras sus padres los vigilaban en algún lugar cercano, era exactamente el mismo parque al que su padre y su madre lo llevaban cuando era pequeño, donde conoció a Scott, su ahora difunto mejor amigo, era un lugar de muchos recuerdos para él, recuerdos que si a la vez eran de mucha felicidad también lo hacían entristecer, pues le recordaba las personas que ya no formaban parte de su vida y por las que él hubiera hecho cualquier cosa para que se quedaran.
Se sentó en uno de los bancos del parque, sintiendo la brisa del viento darle en la cara llenándolo de tranquilidad mientras escuchaba el relajante sonido que hacían los pájaros desde los árboles.
Cuando sintió que ya era suficiente decidió levantarse para poder ir a su casa a cambiarse de ropa e ir a ver a su padre, pues hasta el momento debería estar muy preocupado con su desaparición repentina creyendo lo peor.
Emprendió su paso lentamente mientras planeaba la forma en la que aria las cosas, pues todavía tenía que ir a hablar con deaton y aclarar las dudas que le estaban comiendo la cabeza, decidió que primero iría a la estación de policía a buscar a su padre para poder decirle que se encontraba bien y que no habían podido acabar con su vida. La estación no se encontraba muy lejos, solo a unas cuantas calles del parque así que en muy poco tiempo estaría frente a la comisaria.
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segunda oportunidad: vivir o morir (sterek) (Actualizacion Lenta)
Manusia Serigalacuando toda su manada es asesinada frente a sus ojos por la "manada perfecta" stiles stilinski se ve en la obligación de tomar una serie de decisiones que posiblemente cambien su vida y su realidad tal cual la conoce. ¿cuanto esta dispuesto a arrie...