Queridos alumnos (wigetta)

¡A cocer!

Narra Samuel:

Ambos ya estábamos listos para salir. Habíamos terminado de desayunar en medio de besos y risas. Yo estaba demasiado nervioso, no quería arruinar nada. Espero que todo salga bien para mi chiqui. Agarre ambas llaves llaves, mi tarjeta de crédito, documentos y bajamos por las escaleras rápidamente. Le abrí la puerta del coche a Willy y luego me subí. Prendí el auto y acelere, en un desvío de mirada vi que Guillermo se dio la espalda contra el asiento, ambos reímos. 

Iríamos a una tienda donde podríamos elegir los trajes, o bien, poder dejar pago las costuras. En este caso creo que elegiré la segunda opción. Quiero que el traje se adapte a su figura. Espero que esté Daniel: él fue el que diseño el traje y el vestido de la boda de mis padres, mi madre se veía hermosa en ese vestido. Me pregunto como se verá Guillermo en nuestra foto, seguramente: perfecto

En un abrir y cerrar de ojos habíamos llegado a la tienda. Una campanilla se oyó al entrar. Inmensas cantidades de vestidos, trajes y accesorios decoraban el lugar. Todo el local era de un color blanquecino, excepto una parte; donde se tomaban las medidas, esa era de un color gris claro.

-¿Samuel?, ¿eres tú?-reí

-Si, Daniel. Tanto tiempo

-¡Madre mía, estas echo todo un hombre!, dime que te trae por aquí

-Me casaré dentro de poco, quiero que tú diseñes los trajes.

-¿Y quien es la afortunada?

-De echo, es él- dije volteando mi mirada hacia Guillermo.

-¿Y cuando pensabas decirme que te casarías?- fijo su vista en Guillermo y le sonrió- Espero que te este tratando bien, de pequeño siempre fue un dolor de cabeza

-¡¿Que?! Eso es mentira. Guillermo no le cre...- mis palabras fueron calladas por la mano de Daniel. Lo mire de mala gana mientras escuchaba la risa de Guillermo.

-Acompañenme... Solo tomará unos diez minutos.- Nos dirigimos hasta el lugar grisáceo y le pidió a Guillermo que subiera al pequeño circulo de madera que se centraba en el piso del lugar. -

-Y cuentenme, ¿Como se conocieron?- tomó la cinta para medir y acomodo a Guillermo con los brazos extendidos.

-Pues... Fui su profesor una buena temporada en España, y bueno, sucedió lo que estas viendo; Apunto de casarme con la persona que mas quiero y estoy siendo más responsable que antes.- Sonreí mientras miraba a Guillermo, tenia sus mejillas con un color carmesí

-¿No hablas mucho, verdad?- miro a Guillermo

-Pues, no mucho. Samuel tiene todas las palabras.

-¡Okey, me iré! Estaré por allí- señale los trajes

-Ya me esta doliendo el alma- dijo Daniel con tono de burla

-Como sea, cuando terminen: me avisan.

-Esta bien, no te pierdas- Le saque el dedo del medio a Daniel y me fui a ver los trajes.

Estaba aburrido, revise algunos trajes, por cada caminata lejos de donde estaba principalmente contaba las baldosas que hacía. Hasta que en un momento fije mi vista en los vestidos. Si, sin dudas le pediría a Daniel que le haga uno a Guillermo, con sus medidas y todo lo que conlleve. Para matar el tiempo buscaba los mejores hoteles de los ángeles. Marque algunas paginas en favoritos,  tarareaba algunas canciones que me venían a mi cabeza. Hasta que un grito con mi nombre, por parte de Daniel, me gire y volvi al lugar de donde ellos estaban. Le Sonreí a Guillermo y me posicione en el lugar de Guillermo.

-Esto tardara un rato, si quieres ve a pasear por ahí.- asintió. Fije mi vista en Daniel, quien ya tenia la cinta en mano y comenzó a medir mis piernas. - oye Daniel, ¿podría pedirte algo aparte de los trajes?

-¿Para que soy bueno?

-Bueno, quiero que confecciones un vestido... Con los talles de Guillermo.

-Me costará, pero por ti lo haré. Lo único es que tendré que hacer es achicar el tamaño del "busto". Pero no tendré muchas complicaciones

-Tu mandame el precio de todo. Y una visita más, haz el vestido algo corto.

-Tranquilo fiera, yo me encargare de todo.- levante mis brazos para que pudiera medir mi tórax, brazos y todo lo demás. Ya habíamos acabado, a los pocos minutos volvió Guillermo con una pequeña sonrisa, se le notaba emocionado, al igual que yo. Nos despedimos de daniel y subimos al coche, en pocos minutos, con velocidad medianamente fuerte, llegamos al departamento. Tome su mano y subimos al ascensor.

-¿Alguna vez te has imaginado casandote?- me animé a preguntar

-Pues, ni siquiera me había imaginado estar saliendo con alguien mayor que yo.- (porque la quiero mayor que yo, que yo. Que me de calor, que me dé de su amor. Me eduque en experiencia, que me deje loco, que me lleve a la cama y me haga alucinar♪okno)

-Digamos que esto es como una realidad fantasiosa- reí

-Digamos que tu eres mio- acerco su boca a mis labios

-Digamos que siempre lo seré- y finalmente los uní-

Bueeeno. ¡Te gane chris! Y gracias por tu historia -> "antisocial"

Bueno, solo queda un capítulo *lloremos*.