Pura Sangre [Fanfiction EXO- ChanBaek]

Capítulo 11 La monta

Si no comentan este capítulo, sabré dónde están sus manos -lunita-.

Dile a la cama que no sea cama,

como la boca abierta de una cueva.

No te me quedes viendo

como un ternero de rodillas.

 (Madonna, Don't tell me). 

     —Te voy a domar, mi pura sangre —declaró Baekhyun sobre la boca del vaquero.

     —Oh no, mi yegua salvaje, yo te voy a domar a ti.

     —Te advierto que soy un poco rebelde.

     Chanyeol levantó las manos de Baekhyun a quien mantenía inmovilizado y pegado a la pared. Luego, se frotó con fuerza contra él, golpeándolo con la dura erección que abultaba sus pantalones.

     —Estoy deseando meterte espuela —provocó Baekhyun.

     En unos segundos ya se encontraban desnudos y comiéndose a besos, Chanyeol dejó caer el cabestrillo que usaba en su brazo, lo lanzó donde no pudiera verlo, no era momento para preocuparse por un dolor cuando estaba a punto de follarse a una estrella pura sangre, a un ganador de trofeos, a un campeón de los más finos. Lo mordió duro en el hombro, le pellizcó la piel de las tetillas, lo volteó para que cayera de cuatro en la cama, luego encontró lubricante en su mesilla de noche y vertió una cantidad generosa entre las nalgas del rubio antes de frotarlo y meterle un dedo hasta el fondo. El más bajo gritó ante la intrusión,  en un impulso se corrió hacia adelante, pero el vaquero lo detuvo sujetándolo de la cadera.

     —De aquí no te mueves, yegüita.

     —¡Eres un bruto!

     Chanyeol respondió dándole una nalgada. —Ponte flojo y coopera.

     Baekhyun abrió la boca para quejarse de sus malos modos, pero en ese momento Chanyeol dio con su eje y lo único que salió de su garganta fue un excitado gemido que le indicó al más alto lo placentero que se sentía, por lo que empezó a golpear ese punto cada vez con más fuerza.

     —¡Animal! —gritó el rubio— Puedes hacerlo despacio, no me iré a ninguna parte.

     Chanyeol respondió a su queja metiendo otro dedo. —Llevo mucho tiempo deseando esto y masturbándome pensando en ti, Baekhyun, créeme que estoy yendo despacio.

     —¡Ah! —jadeó el más pequeño sintiéndose halagado y asustado a la vez porque Chanyeol no era precisamente delicado. Sin embargo, no lo estaba lastimado. El cabrón parecía haber adquirido práctica con los dedos después de tanto palpar vacas y yeguas porque esa mano veterinaria lo tenía sintiendo milagros.