—Oye...—Romeo se sentó a mi lado en la cafetería—Lo siento mucho si te incomodo todo lo que te dijo mamá ayer.—No te preocupes, fue...divertido—lo mire.
El levanto la ceja—¿Enserio?
—Si—tome mi cabello—Fue interesante ver tus fotos de bebe—el río y se puso rojo.
—Oye...—el se rasco la nuca.
—¿Si?
—¿Te...te...gustaría salir conmigo?—me miró nervioso.
Yo le sonreí—¡Claro!
El pareció relajarse—¿Te parece mañana?, ¿en el cine?
—Si—lo mire—¿Solo tú y yo?
Se puso más rojo. Se rasco la nuca—Eh...pues si, ¿te parece?, ¿o prefieres que vayan los chicos?
—Creo que es mejor si vamos solo nosotros.
—Entonces...te veo mañana—se levanto y tomó sus cosas—Adiós.
—Adiós—me despedí.