Capítulo 6: Miedo

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Mañana es el último capítulo y no podré publicarlo, el lunes nos leemos.

Mi segunda noche me encontré con Jack, el mundo que había creado estaba más deteriorado que antes, las paredes se llenaban de manchas por la humedad, la hierba crecía y morís muy rápido, los árboles y arbustos se secaban. Ese lugar que antes había sido un paraíso de color, vida, juegos y diversión se marchitaba y caía, al igual que Jack. Se veía  demacrado, había pasado de ser totalmente blanco a gris y esa arena lo acosaba a donde quiera  que se moviera. Mientras me acercaba podía escuchar susurros, miles de voces susurra dos horribles cosas, todas distintas, todas aterradoras.

- Jack...

- Hiccup...

- Te encontré Jack, hoy conocí a tu madre y hermana.- susurre temeroso.

Los ojos de Jack se iluminaron  y por un momento pude ver algo de esperanza en su mirada, pero fue rápidamente apaciguada por la arena y sus susurros.

- Jack, ellas aún esperan que despiertes.

- No puedo...

- Jack si...

- No Hiccup!- gritó tan fuerte que todo retumbó y algunos escombros se desprendieron de la estructura- No puedo!  No va a dejar que me valla.-



Guardé silencio, sentía que si seguís insistiendo volvería a ser sacado de ese mundo  y quizás cuando podría volver a conectar con Jack.

Comencé a tararear una canción, algo tonto de un comercial, sin letra era una buena melodía y al parecer el chico a mi lado opinaba igual. Tarareamos un rato junto hasta que la arena y los susurros desaparecieron y un poco de color rodeó a mi desteñido amigo. Con una tonta melodía habíamos hecho un espacio seguro, íntimo y perfecto.

Creo que estuve toda la noche con Jack, sosteniendo su mano. No sé si fue exacto el tiempo, las horas pasan de forma diferente en ese mundo y en los sueños.



Mi madre y el doctor no estaban muy seguros de seguir con eso,  el doctor decía que si lograba ir con Jack y dan con el centro del problema, aquello que no lo dejaba salir de su mente podría despertarlo o matarlo, nada aseguraba que Jack estuviera bien para despertar, su cuerpo estaba sano, pero su mente estaba herida y su alma perdida, atrapada dentro de un infinito inalcanzable.

Su madre ya había perdido mucho y quizás era mejor para ella amar a su hijo de esa forma, pero no era justo! Para nadie, Jack quería ver el mundo.

Luego de  una discusión y nueva información, el doctor dijo que posiblemente Jack le temía a alguien real y lo estaba manifestando en su subconsciente como esa arena que lo atormentaba, si conseguíamos saber porque tanto miedo era posible que en nuestro propio recuerdo pudiera convencerlo de ya no temer y saliera por cuenta propia de ese sueño.

Con esa idea en la cabeza, fuimos de nuevo a su casa e interrogamos a su madre.

Ella intentaba recordar a alguien que asustara a Jack, quizás de pequeño, nunca le había temido a nada, siempre enfrentaba el miedo de con risas y juegos, dijo que la única vez que le había visto temer fue de muy niño. El coco había sido lo único que había asustado a Jack.

Un tejón  se había metido en su habitación de noche y había hecho un escándalo entre las sombras. Es difícil explicarle a un niño que las cosas aterradoras de su imaginación no existen, el coco fue muy real para Jack por muchos años y solo fue capaz de enfrentarlo cuando nació su hermana. Su padre lo había nombrado guardián de las risas y los juegos.

Sandy dijo que era muy posible que todo fuera culpa del subconsciente de Jack, el coco era muy real en su mente y los cuentos de su infancia habían reforzado esa realidad. Si no podíamos hacer que dejada de creer, podíamos hacer que dejara de temer.

El doc preparo todo para indusirme al sueño y poder entrar a la mente de Jack, tenía que admitir que estaba nervioso, gracias a Emma; la hermana de Jack, tenía un plan. Mientras yo estuviera con su hermano ella leería los libros, narrando las batallas contra el coco, teníamos esperanza en que Jack la escucharía y su imaginación haría el resto.

Sueños de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora