Sueños de Cristal

Capítulo 7: Sueños de Cristal

Me sentí perdido de nuevo, recordaba esa sensación de nada, el estar y al mismo tiempo no. El mundo a mi alrededor era blanco, no estaba protegido por el límite, esta vez había caído.

El doctor comenzó hablarme, apenas si entendía lo mucho que decía, no fue hasta el final que comprendí y conteste, me sorprendió poder hacerlo, los escuchaba y ellos a mí, eso era excelente. Emma me hablo un poco, solo para agradecerme por todo lo que hacía, esas palabras me hicieron sentir más tranquilo y confiado, ambos regresaríamos.

Comencé mi viaje, quejándome constantemente de lo difícil que era avanzar, me había olvidado del resto y me quedé solo con Emma, ella reís de mis comentarios y me pedía detalles, yo trataba de ser lo más claro posible, pero es difícil hacer sentir a otros lo que tú.

Cuando encontré a  Jack deje de narrar lo que hacía, el pequeño espacio de color seguía existiendo, solo que un poco más pequeño. El chico apenas cabía.

Me acerqué lo más rápido que podía, no sabia como comenzar el tema para que Jack imagínate y venciera su miedo.

Emma comenzó leer, unas páginas antes del acontecimiento.

- Jack, puedes escucharla?

- A quien?

- Tu hermana, Emma.

Me observó dudoso, al parecer ese nombre no le sonaba de nada y no se me ocurrió nada mejor que repetir las palabras de la chica. Al comienzo se resistió a escuchar, estaba muy asustado, las sombras volvieron arremolinarse a su alrededor, pensé que se estaba entregando al miedo, pero luego note que lo que pasaba coincidía con las palabras de su hermana, Jack estaba recordando el cuento.

- Tu padre te nombro guardián! No puedes rendirte ahora sin pelear, no puedes entregarte al miedo, eres Jack Overland Frost! Tienes que hacer como los demás guardianes y luchar!

Sin idea de lo que hacía me lancé a la batalle, atrapaba las sombras con mis manos y las apretaba hasta desarmarlas, la sensación era extraña, desagradable, todo se sentía muy real, tanto que comencé asustarme. Estaba siendo arrastrado a los miedos de Jack, sus pesadillas. Sentía su desesperación, era el final para mí, ya no escuchaba las voces fuera de ese mundo, la oscuridad me estaba consumiendo, era como ahogarse en brea, me convertiría en una roca más dentro del mundo de Jack...quizás menos que eso, ni siquiera valdría la pena pensar en mí como algo, si desaparecía en ese mundo, mi cuerpo sería una concha vacía, la muerte física sería lo mejor que podría pasarme.

Cerré los ojos, rindiéndome a la oscuridad y el miedo, había mucho silencio, me estaba hundiendo en aguas oscuras, no esperaba ser rescatado por Jack, no esperaba que al salir de esa oscuridad me encontrara en una montaña nevada, no esperaba yetis armados atacando a las sombras.

La voz de Emma resonaba en las montañas, narraba con pasión los acontecimientos y Jack luchaba con una sonrisa en el rostro. Se había convertido en el  Jack Frost y no podía dejar de reír, como si esa batalla a muerte solo fuera una guerra de bolas de nieve. No me quedo otra que unirme a la batalla hasta que la guerra en el cuento termino, todo pasó como Emma leyó y esperamos hasta que terminara de leer el cuento. Sentado junto a Jack pude ver todo como él lo imaginaba, los héroes de su infancia estaban ahí, éramos invisibles en ese mundo, pero Jack se veía muy feliz.

- Ya no hay nada que te impida despertar, verdad?- sostuve su mano y él correspondió.

- Hiccup, soy un guardián, no tengo nada que hacer aquí- sonrío, dioses como había extrañado su sonrisa.

- Entonces, vendrás conmigo?

- No contigo, pero si saldré.- levanto mi mano junto con la suya y entrelazo nuestros meñiques- nos veremos del otro lado- al terminar de hablar sus labios rozaron los míos y de nuevo, fui exiliado de ese mundo.