Sueños de Cristal

Capítulo 4: Arena

Hablar con mi madre, hace mucho que no tenía una conversación con ella y ni siquiera recordaba cómo eran nuestras charlas entes de mi accidente, andes de que papá muriera. Es  asqueroso no recordar esos detalles importantes de mi vida.

Me pregunto si será igual cuando él despierte.

Mamá estaba en la cocina cuando comencé hablarle, de alguna forma llegamos a temas muy íntimos y memorables del pasado, me contó de cuando era niño, de lo difícil que fue cuidar a un prematuro, lo valiente que fue mi padre para enfrentar todo lo que los médicos decían de mi, ellos eran jóvenes, inexpertos y ella estaba asustada, muy asustada. Comenzó a llorar con una mezcla de alegría y tristeza. En su juventud mi madre había sido una revolucionaria y por mucho tiempo estuve sin ella, ahora apenas tengo recuerdos de esos años huérfano de madre, solo sé que ahora está conmigo y tengo la peor noticia que darle.

Bien, explicarle con simpleza todo lo que sabía de ese mundo casi mágico en el que viví estando en coma y Jack, se lo tomó muy bien, muy tranquila, parecía hasta un poco emocionada con la posibilidad de un mundo subconsciente, luego vino la parte difícil de explicarle lo que quería hacer y los riesgos.

Junto sus manos y bajo la frente, suspirando dolida una y otra vez, luego miro al frente y dijo:

- Tu padre siempre pensó que lo conseguirías, decía que serías un gran hombre capaz de todo. Creo que es momento de que yo también lo crea, sin miedo.

Me sonrió aún con lágrimas en los ojos y me abrazo.

Estaba asustada y yo también, si todo lo que dijo el Dr. Sandy resultaba ser cierto, yo podía terminar  arrastrado por la mente de Jack y volver al coma.

Tres días estuve en cada meditándolo solo, soñando con Jack. Podía asegurar que eran sueños porque nada nuevo pasaba, era la misma película una y otra vez, no fue hasta el tercer día que conecté con él.

Estaba asustado, su mundo se desmoronaba, todo se veía como si hubiera sufrido un gran ataque. Desperté asustado y muy ansioso. Ese mismo día fui con el Dr. Sanderson.

Me conectaron a una máquina, me monitores rían igual que en el hospital mientras estaba bajo hipnosis. La asistente me explico con cuidado muchas cosas y me ayudó a entrar a un extraño estado de calma, las voces se sentían muy lejos hasta que salí de mi cuerpo, era como ver una película de mi  mismo. Aún podía contestar en mi cuerpo y escuchaba la tranquila voz del doctor, le explique y me dio intenciones claras para llegar con Jack.

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Al abrir los ojos de nuevo el mundo era oscuro, así no era como lo recordaba.

De nuevo estaba esa sensación de no avanzar, pero se estaba acercando, podía ver una luz a lo lejos.

La respiración se le volvía pesada, se sentía cansado y asustado, entre más se acercaba, más podía distinguir, esa luz era Jack.

Corrió sintiendo las piernas pesadas y el cuerpo lento, algo que sólo sucede en los sueños, era como sus sus pies flotaran, caminaba en la luna.

El albino, esa luz lejana se dio cuenta de su presencia y se levanto asustado.

- No deberías estar aquí.- se apartó dos pasos, abrazándose a sí mismo.- No regreses!- gritó con fuerza, haciendo retumbar las paredes de esa habitación imaginaria.

- Jack, voy a sacarte de aquí, pero necesito saber quién eres- abrazo al chico, pero de inmediato desapareció de entre sus brazos y reapareció a unos metros de él- te lo prometí, dije que te encontraría y despertaría, Jack!

El nombrado dudó un momento, bajo la mirada asustado, el mundo entero crujía como madera seca sacudida por la furia del viento, el ambiente se volvió frío y húmedo, ese no podía ser el mundo de Jack, esa era una pesadilla.

- Overland, Jackson Overland- dijo cortante, como si fuera algo que no quisiera responder.

Hiccup intentó acercarse de nuevo, su nombre no era suficiente, tenía que haber más, ese chico le había demostrado que podía recordar mucho de su pasado. Estaba desistido a sacarle esa información, pero algo como el humo comenzó aparecer por todos lados, el sonido era como el de cientos de insectos moviéndose unos contra otros. Con la vista fija en el único punto blanco pudo notar que era arena, arena negra.

- No regreses – susurro Jack antes de ser tragado por la oscuridad.

Hiccup comenzó a gritar desesperadamente, volvió  a escuchar la voz del doctor y luego nada, despertó de un golpe, sudando y exaltado, fue necesario un calmante para regresar sus signos vitales a la normalidad.

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Esa noche dormí en la casa del Dr. Sandy, él tenía todo lo necesario para mantenerme vigilado. No volví a soñar.