Capítulo 1.

39 1 1
                                    

29 de noviembre. Nuevo día. Se nota la cercanía del invierno sobre la ciudad. Son las 07:30, voy a llegar tarde si no me doy prisa. De todas formas me paso todas las clases mirando por la ventana, sentada detrás del todo. Nunca me ha gustado sentarme en primera fila, recibes muchas miradas. Aun así todos se me quedan mirando siempre, no es algo agradable que digamos, pero te acabas acostumbrando.

Me levanto de la cama y hago lo de siempre, la ducha, el desayuno y la ropa. Cojo la mochila, me despido de mi madre con una mirada alegre y me voy. Desde pequeña le cuento que me va bien en el instituto, que tengo amigos y que les caigo bien a todos. Siempre le pongo la excusa de que me gusta estar en casa escuchando música y haciendo mis cosas para que no me pregunte por qué no salgo. Aunque la verdad, mi madre no es tonta, y creo que sospecha algo.

Diez minutos después llego al instituto, están todos pendientes de la puerta, escucho cosas como: "¿Hoy llega el nuevo?", "¿Será guapo?". Otro chulo petado de tatuajes con el pelo teñido de rubio, seguro.
Paso de todas las habladurías de la gente y me dirijo a la puerta de clase. Es miércoles a primera hora y toca matemáticas. Por suerte o no, mi tutora siempre me saluda, suele llegar antes así que entro a clase.

- ¡Hola Claudia! -dice con una gran sonrisa.

- Buenos días. -es lo único que respondo, y me dirijo a mi asiento al final de la clase.

Toca el timbre y empiezan a entrar todos por la puerta. 08:05, la última persona en entrar, Stephany, creo que se llama así... Cierra la puerta. Todas esas habladurías del nuevo son mentira, suele pasar. Vete tú a saber quién se lo ha vuelto a inventar, en fin.

Paso la clase mirando por la ventana y dibujando de vez en cuando las cosas que pasan por mi mente en una libreta pequeña. Desde flores pequeñas hasta dibujos de ángeles o animales extravagantes. Cualquier cosa que se me ocurra. Toca el timbre de cambio de clase y cierro la libreta, a nadie le importa lo que hay en ella.

- ¡Eh, mira Alicia, es el nuevo! -escucho la voz de una tal Natasha.

- El que dijo que era guapo, se queda muy corto, la verdad. -respondió ella.

Yo no habría levantado la mirada, pero algo me hizo hacerlo. Pensé que estaría mirando a la más atractiva de la clase; Roxana, pero me equivoqué. Aquellos ojos verdes esmeralda estaban posados fijamente sobre los míos.

-----------------------------------------

Sé que no es muy largo, pero al ser el primero no sabia muy bien que poner. Pido disculpas u.u

Claudia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora