Recuerdos.

9.4K 649 82
                                    

Dicen que cuando pides algo con todas tus fuerzas, tu deseo se cumplirá... Aunque aun no estoy muy seguro si es cierto.

Cuando tenia ocho años mi padre trabajaba en una estación de gasolina y yo solía atender a los clientes junto a él. Los fines de semana era divertido levantarse temprano e ir con él a esperar a los clientes. De vez en cuando me hacía amigos que venian de muy lejos.Algunos de ellos estaban de vacaciones con los padres, amigos, vecinos, familiares lejanos y una que otra mascota.Vi muchos autos recorriendo la entrada de la gasolinera mientras me balanceaba en la mecedora de mi abuela. Camiones gigantes que me hacian temblar con sus fuertes bocinas , autos pequeños que me hacian dudar del tamaño del conductor, casas rodantes con muchas cosas divertidas dentro, una que otra moto muy ruidosa y sobrecargada.

Pero jamás olvidaré aquel día cuando ese gran camión con muchos colores se detuvo frente a la vereda, tres él habian payasos danzando, algunos camellos con gente en sus jorobas, mujeres con trajes brillantes haciendo piruetas mientras lanzaban papeles.

Un hombre muy alto bajo del camión sujetando un cartel en su brazo, charlo algunos minutos con papá y se acerco a la pared cercana a mi para pegar su afiche. Yo miraba curioso intentando saber de que se trataba aunque me distraía con los demas que seguían dando su espectáculo con algunos cusriosos que se detian a mirar.

Todo comenzo ese mismo día.

-Hey chico, ¿quieres ganrte unas entradas?- Pregunto el hombre acercándose a mi después de colocar el cartel.

-¿Qué tengo que hacer?- Pregunte mirandolo hacia arriba mientras me bajaba de la mecedora.

-Cuando algún cliente de tu padre pregunte por mi circo, tú debes decir que es el mejor del mundo.- Me dijo sonriéndome.

-Pero... ¿Cómo se que es el mejor del mundo?- Volví a preguntar algo confudido.

-Ven a comprobarlo tu mismo esta noche. - El hombre acerco su mano a mi oído y saco tres entradas.

Yo como era pequeño, estaba tan asombrado por su pequeño truco que acepte las entradas y le pedi a mi papá que me llevara, pero claro como él debía trabajar en la noche, tuve que ir con mi tía, que no vivia tan lejos, ella tenia una hija un año mayor que yo y fue con nosotros.

La entrada al circo estaba adornada con muchas luces, a lo lejos se veia la gran carpa. Habia demasiada gente para mi gusto, muchos padres e hijos riendo y comiendo algodon de azucar. Yo iba de la mano de mi tía que me sujetaba firmemente al igual que a mi prima. Nos dirigimos a dejar las entradas y entramos a la carpa. Era la tela más gande que habia visto, y eso que no conocen la ropa interior de mi abuela.

Nos sentamos bien alejados del centro para poder desde mas alto. En algunos momentos pasaban vendedores ofreciendo distintos tipos de luces o comestibles con divertidas rimas que me costaban entender si mi tía no me las explicaba.

En un momento casi se me sale el corazon del pecho cuando las luces se apagaron de golpe y los murmullos cesaron.

-¿Qué sucede? -Murmure agarrondome del brazo de mi tía.

-El espectaculo esta por empezar. -Me respondio ella sonriendo

Un gran reflector apunto al centro y el mismo hombre que me habia regalado las entradas sonreia mientras saludaba.

-Bienvenidos, bienvenidos, esta noche sera inoslvidable y no se arrepentiran de haber venido. -Dijo el mientras lanzaba una pelotita al suelo la cual estallo y saco mucho humo. - Verán cosas que ni sus más extravagantes sueños podran superar... conoceran al hombre más fuerte del mundo, a la mujer más elastica, a los gemelos voladores y más... -Recalco el sacando una serpiente de su gran sombrero. Mi tía en ese momento apreto mi mano, ella les tenia terror. -Y no podran creer lo que veran con el mejor mago de todos... espero que la visita sea de sus agrado...

¿Magia? →HunHan←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora