Luego de "La Tercera Guerra Mundial", llega esta nueva obra que promete ser la última guerra mundial.
Tras el desastre de Sudamérica, el Ejército Alemán, Japonés y Finés vuelven a sus tierras. Tiempo de paz para el mundo?
*Hay que confiar en nuestros recursos y financiar la guerrilla. Argentina debe dominar América".
Frase del Presidente Mauricio Macri.
Las relaciones entre Argentina y las potencias mundiales siempre habían sido hostiles y llenas de inseguridad. Tras la traición a la UNASUR, Macri había logrado anexionar Bolivia, Paraguay, Uruguay, una parte muy pequeña de Chile y el Sur de Brazil. El pueblo se encontraba sumamente agradecido y vivía una etapa de felicidad y crecimiento militar, económico y social.
Mientras la guerrilla mexicana tomaba de suerte Veracruz, y las FARC lograban avanzar hacia Bogotá, Macri se volvía a pensar seriamente sobre financiar a los ejércitos revolucionarios a cambio de más tierras.
*Tropas en Ecuador*
Siguiendo el plan de apoyar a los ejércitos revolucionarios, 5 divisiones argentinas secretamente son desembarcadas en Ecuador y se conectaban con el movimiento FARC, que se había establecido con modernos equipamientos cerca de Quito. Muchos de los generales igualmente no tenían mucho entusiasmo por atacar la capital, si no que preferían seguir abriendo huecos en el país y capturando más zonas de materias primas. Pero finalmente, el poder del líder de las FARC y Macri decidirían las cosas.
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Plan ideado por el General Mansilla y el Comandante Huerta, conocido como Operación "Roca".
Conocido como Operación "Roca", todo parecía que empezaría en 1 semana. Los preparativos habían sido sumamente cuidadosos, moviendo los cañones, depósitos y a las tropas por las noches, e instalando radares para prevenir reconocimientos alemanes.
*Plan alemán*
Como si fuera casualidad, el Ejército de Reserva alemán (4 divisiones acorazadas, 3 de infantería) también lanzaría un ataque, pero esta vez en dirección a los focos de resistencia del Este ecuatoriano. Para eso, Albert Shioor proponía bombardear las posiciones durante 6 días, y luego atacar con tanques, dando apoyo a la infantería.
El Fuhrer, ante las presiones que recibía por parte del Imperio Japonés y del Reino de Finlandia, desea aplastar a la guerrilla entera de América. Además, presentía que Argentina lo iba a traicionar en cualquier momento, cuando su economía entrara en recesión, como estaba previsto.
