Un Alma Querida a Manos Odiadas | BillDip [Book #1]

El Ultimo Día

Pov Dipper

Los rayos del sol golpeaban mi rostro a través de la ventana en forma triangular, abrí mis ojos notando la paz que transmitía la mañana en este día, me quedé mirando el techo metiéndome en mis pensamientos; recuerdos; risas; aventuras; varios sentimientos se acoplaban en mi mente a causa de lo que había vivido en estas ultimas semanas en la cuales todo mi mundo dio un giro de 360º, las locuras que vivimos fueron algo que no podía olvidar con facilidad.

Hablo del mismísimo raromageddon, algo totalmente imposible causado por un demonio conocido como Bill Cipher, quien logró que mi mente y mis sentidos se descontrolaran, y no lo digo como muchos piensan, es cosa de tomarle sentido siendo que usó mi cuerpo como una marioneta e invadió mi mente en varias pesadillas que me daban la sospecha de que las cosas no serian fáciles, y así fue, mis sospechas habían sido ciertas.

Salí de mis pensamientos al darme cuenta que me había levantado por mi propia voluntad en vez de ser a causa de mi gemela y mejor amiga, Mabel. Giré mi cabeza encontrando a la nombrada castaña aun dormida en su cama, al parecer esta vez yo seria el primero en despertar, es algo bueno siendo que ella acostumbraba a despertarme de maneras que me daban ganas de volver a la cama, pero aun así la quiero.

Me senté en mi cama para seguidamente caminar al armario que estaba en la habitación, con cuidado de no hacer ningún ruido tomé una camisa roja, mi chaleco azul marino, mis shorts, mis medias blancas junto a mis convers, y por ultimo mi característica gorra azul y blanca con el emblema de un pino.

Sin tardar mucho me di una calma pero rápida ducha para seguidamente bajar por las escaleras de la cabaña hacia la cocina con intenciones de prepararme el desayuno, tal vez algo simple como un emparedado y de beber un vaso de jugo si es que consigo, mas sin embargo al llegar al marco de la cocina escuché algo que me desconcertó por completo.

-¡No pienso ponerlos en riesgo Stanley!

-Creí que estabas de acuerdo en que pudieran visitarnos en vacaciones.

-¡Lo se! Pero no estoy de acuerdo en que se pongan en peligro.

-¿Y que piensas decirles?

-¡No lo se! No puedo simplemente ir y decirles que no pondrán volver a Gravity Falls nunca más.

Sentí como si me hubieran dado un golpe en el estomago haciendo que todo el aire contenido se me saliera de mi organismo, era un horrible dolor que no podía ser explicado con anticipación.

¿Mis oídos no me engañaban? ¿De verdad estaba oyendo bien?

No podía ser posible, por primera vez en mi vida deseaba que esto fuera un sueño, un muy mal sueño.

No pude retener mis ganas de cuestionarles, por lo que sin previo aviso solté un ligero - ¿Qué dijiste? - Parecía mas un susurro que una palabra, sentía los ojos arder de la tristeza y la angustia, mas no dejaría que ninguna lagrima saliera de mis ojos, no lo permitiría.

Aun después de todo me escucharon y voltearon a verme, en sus rostros pude ver una expresión que representaba miedo y pánico al mismo tiempo, un sentimiento típico, me hubiese gustado seguir la charla pero no pude más, y sin sentido aparente desaparecí de la cocina.

Y no acabé ahí, salí por la puerta de en frente para seguidamente desaparecer en la oscuridad del bosque causada por los primeros rayos de la mañana, oyendo a mis espaldas los gritos de mis tíos que me exigían volver a la cabaña, que me explicarían que sucede mas no les hice caso y seguí con mi camino sin seguir un patrón, sin escuchar excusas, sin ver mi camino, no soportaría estar un momento mas en ese lugar sufriendo esa cruda verdad.