- No debiste.
- Ahora tienes una linda peluca de cabello natural y morena, aunque te veías mejor castalla.
- Estas calva.
- Tú también.
- Seamos calvas jutas.
- ¿Segura?
- Sí, ya me venía bien un corte. Aparte conozco a alguien a quien le encantaría tener esta cabellera.