Amnesia. «Muda 2».

Capítulo 16. [ÚLTIMOS 5 CAPÍTULOS].

AL FIN PUDE SUBIR CAPÍTULO. SORRY POR TARDARME Y TAMBIÉN PORQUE YA FALTAN 5 CAPÍTULOS PARA QUE AMNESIA TERMINE, PERO HABRÁ 3ra TEMPORADA. GGG ah.

Espero que les guste.♥♥

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Al otro día me despierto totalmente exhausta sin razón alguna, y con un poco de molestia allá abajo. No tengo ni la más remota idea de qué hora puede ser, de qué día es, en qué mes estamos, y mucho menos en qué año nos encontramos. Normalmente, eso me pasa cuando entro en un coma muy profundo en vez de dormir, ya sea porque estoy muy agotada de hacer algo; o por estar "estudiando" hasta más no poder y dormirme de golpe, o bien porque me quedé dormida mientras escuchaba música, ya que escuchar música me relaja bastante, y eso provoca que me duerma profundamente, en donde no importa si destruyen medio mundo a mi alrededor, no me despierto hasta que yo sienta que debo hacerlo.

Luego de que hayan pasado unos minutos, me dispongo a abrir mis ojos con lentitud, parpadeando infinitas veces hasta acostumbrarme a la luz del sol que entra por la ventana a mi izquierda, iluminándome por completo los ojos y... un momento. No recuerdo que la ventana de mi habitación se encuentre a mi izquierda; generalmente, siento los rayos del sol en mi cara a mi derecha. Pero eso también es raro, ya que las cortinas que siempre cubren mi ventana hace que la luz del sol se filtre en ellas, y tiñan la luz de un lindo color morado y negro a la vez, lo que no permite que me encandilen los ojos.

Cuando mis ojos se acostumbraron a la enceguecedora luz del sol que entra por la ventana... me doy cuenta de que la ventana no se encuentra a mi derecha como siempre. También me doy cuenta de que la ventana no tiene mis típicas cortinas de tul color morado con negro, sino unas simples cortinas de tela blanca en las que pude visualizar algunas pequeñas manchitas. Además, ésa ventana es la mitad del tamaño de lo que es la ventana de mi habitación, y hay dos en lugar de una.

Miro a mi alrededor y... las paredes tampoco estaban pintadas con ése lindo color morado con flores blancas en los bordes laterales del muro como lo están en mi habitación. No. Éstas paredes estaban pintadas de un aburrido y triste color blanco papel, al igual que el techo, y no veo ningún otro mueble a excepción de un pequeño escritorio, un ropero y la cama en la que ahora estoy tendida.

Miro hacia abajo, hacia la cama y... las cobijas no son blancas con varios cuadrados en negro, morado y lavanda como lo están hechas mis típicas cobijas. No. Éstas cobijas son del mismo blanco de las paredes y del techo, y la cama era el doble de grande de lo que es mi cama.

Ok, de lo que estoy completamente segura es que no estoy en mi habitación.

Pero... si no estoy en mi habitación... ¿en dónde me encuentro?

Traté de hacer memoria un rato, pero la molestia que siento en mi zona íntima no me deja pensar con claridad. Me llevo mi mano hasta allí para ver si puedo calmar las molestias y... me doy cuenta de que no llevo mi típico short elástico que siempre uso para dormir. Y peor, tampoco llevo puestas mis bragas. Ahogué un gemido de sorpresa, y eché un vistazo hacia abajo, haciendo un espacio entre las sábanas para poder ver bien y... abrí mis ojos como platos al ver que me encuentro completamente desnuda.

¿Desde cuándo que duermo desnuda?

Pero lo que me sorprende no es solamente eso, sino que también me encuentro sentada encima de un enorme charco de sangre seca que mancha las sábanas blancas que cubre el colchón, haciéndolas parecer la bandera de Japón.

¿Ya me vino el período? ¿Pero cómo es eso posible, si hace unos dos días atrás se me fue por completo?

Miro devuelta hacia la ventana a mi izquierda y, por los fuertes rayos del sol que entran por la ventana, veo que deben ser cerca de las seis de la mañana. ¿Día? Todavía no s... ¡miércoles! Hoy es miércoles, día de escuela. En media hora, mis padres deberían estar despertándose. Creo.