Las frikies se enamoran

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El lunes nos levantamos a las 9 de la mañana. Yo me pongo ropa de deporte al igual que Luke y bajamos a la cocina. Ahí está Blanca.

- hola, cómo amanecieron? - pregunta cuando nos ve.
- bien gracias - digo omitiendo decir que el primer día casi no duermo... Igual casi no dormí pero fue por gusto. Me ruborizo un poco ante los recuerdos vívidos de mi mente pero por dicha no lo nota porque está hablando con Luke.

- van a salir a hacer ejercicio? - nos pregunta Blanca cuando estamos desayunando mirando nuestras ropas de deporte. - el día está muy bonito hoy
- no lo sé - dice Luke mirándome - aquí es muy alto y Lana no está acostumbrada...
- pero puedo intentarlo - le digo - una vuelta no me puede caer tan mal, cierto?.

Blanca sonríe ante mi respuesta y Luke también mientras asiente.

- ok, tú lo has pedido....- me dice divertido - y mis padres? Ya se levantaron? - pregunta Luke a Blanca
- hace un momento salieron a correr. Ya sabes cómo es tu mamá, insistió hasta que tu papá la complació.
- no es peligroso que corra en su estado? - pregunto.
-no, el doctor le dijo que mientras lo hiciera con calma y no se esforzara y como siempre lo ha hecho no hay problema - me explica Luke.
- ya veo - digo.

Terminamos de comer y luego salimos a correr. Luke se pone su capucha y me pone la mía como para asegurarse que no pase frío. Le sonrío complacida y le beso rápidamente en los labios.

- si te llegas a sentir mal me dices y paramos. Aquí la altura te puede afectar y tú no estás acostumbrada.... sé que resistes mucho y eres cabezota - sonríe - pero prométeme que si te sientes mal vamos a parar.
- si amor - le digo mientras pongo los ojos en blanco y le doy un beso - yo te aviso.

Él sonríe y empezamos a correr. El lugar es muy bonito. Luke decide conducirme hacia la ciudad, hay lugares donde podemos correr en medio de la montaña pero Luke dice que son caminos más duros y exigen mucho esfuerzo.

Cuando llegamos a centro de la ciudad empiezo a sentirme un poco mareada y con un pito en los oídos. Quiero ignorarlo pero recuerdo la advertencia de Luke y mejor prefiero evitar.

- Luke - digo y él me voltea a ver, luego su cara se llena de preocupación - estoy bien, solo necesito...necesito parar.

Él asiente y observa a nuestro alrededor. Me lleva de la mano a una especie de parque y nos sentamos en un banco.

- que sientes? - me pregunta acuclillándose a mi lado mientras me toma la cara con la mano.
- me pitan los oídos y me siento un poco mareada.
- es la altura.

Luke se levanta y busca en el bolsillo de su pantalón algo. Cuando lo saca veo que es un confite. Le quita el envoltorio y vuelve a acuclillarse frente a mí para metérmelo en la boca.

- ten, te hará sentir mejor.

Yo abro la boca y me meto el confite.
- siempre preparado eh?, mi yedi

Él sonríe.
- cuando sales a correr con tu novia que no está acostumbrada a la altura debes ir preparado...
- porque a ti no te afecta?....es decir, ya no vives aquí, deberías pasar por el mismo proceso de acostumbrarte.
- todos los cuerpos son diferentes y además recuerda que yo viví aquí durante años...y casi siempre vengo...
- de acuerdo amor -lo interrumpo - ya entendí tu punto - me pongo de pie y él lo hace conmigo.
- te sientes mejor? Tan rápido? - me pregunta - quieres volver en taxi?
- no - le dijo - podemos caminar. Eso me ayudará.

Él asiente no muy convencido.
- vamos amor, si me desmayo podrás llevarme en tus brazos - le guiño un ojo
- tú lo que quieres es que te cargue - dice divertido
- eso también - aseguro
- entonces ven - me alza por la cintura y me pone de pie en la banca - súbete en mi espalda. Te llevaré de caballito
- estás seguro? Yo peso...
- no te llevaré todo el camino - me asegura - solo parte y además tampoco pesas tanto...
- de acuerdo - digo sonriendo ante la idea.