Capitulo 39: Dos hombres, una mujer.

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Luego de toda esa serenata y mi perfecto desayuno con Darcy fue un mes bastante complicado, Darcy se esforzaba para que me enamorará de él y Zedd para que volviéramos. Esta bien, lo asumo, quizás es mi culpa, pero tenía 11 años cuando pedí aquel deseo y para ser sincera, yo esperaba a Jacob y Edward, sí, amaba crepúsculo y quería un hombre lobo con un vampiro peleando por mi, aunque yo me habría quedado con Jacob. Luego a los 16 viendo The Vampires Diaries desee tener a los hermanos Salvatore enamorados de mi y sí, me habría quedado con Damon, así que concordaba con la decisión de Elena, bueno ese no era el punto, el punto era que tener dos hombres enamorados de mi, haciendo cada detalle tierno que me gusta, peor aún cuando ambos me traían papas a la mitad del día o bebida solo porque sabían que me gustaba y ¡DIOS! conlo que más me ganaban era la comida, sí, soy una glotona.

Hoy era viernes por la noche y no quería saber nada de Zedd ni Darcy, así que iría a la discoteca con Brook y Tamara, respecto a Ámbar y Bonnie, como una es pariente de Zedd y la otra su pareja no he sabido mucho de ellas, aunque las extraño por ahora era lo mejor.

-¿Estás lista muñeca?
-¿Habrá alcohol?
-Eres una borracha.
-No, pero me gusta beber.

Una vez le conté a Brook cuando tenía 13 años y quise probar el tequila, digamos que no resulto bien, tampoco es que recuerde mucho, solo se que en algo me caí y amanecí con un dolor de espalda (y cabeza) horrible.

-¿Y que te gusta?
-Los tragos con limón, sabes que amo el limón.
-Sí y no se como no tienes los dientes amarillos por comértelos con sal o azúcar, aparte ¿Porqué azúcar?
-¡Sabe a limonada!
-Estas loca.
-Ponte los tacones y vamos.

Y eso hice, estaba con un vestido negro sin espalda ajustado al cuerpo y mis tacones color plata oscuro, Brook tenía un vestido color azul metálico con un gran escote y un cinturón negro, subimos a mi coche y por esta noche, solo esta noche, la dejaría conducir, más que nada porque quería beber tranquila, así que pasamos a buscar a Tamara quien era la única sin vestido, ella decidió que unos jeans leggins negros le hacían resaltar su trasero y una polera ajustada con brillantina sin espalda parecida a la parte de arriba de mi vestido, pero roja. Llagamos a la disco y había una entrada enorme, pero ser millonaria tenía sus ventajas, entre ellas, no hacer fila.

-Hola Tom.
-Señorita Presley, pase.
-Gracias.

Entramos y para mi suerte estaba unas de mis canciones favoritas sonando, Mammoth de Dimitri Vegas, así que en vez de ir por un trago fui directo a bailar, mis amigas por el contrario necesitaban un trago para soltar su cuerpo, me puse en medio de la pista y baile, como si no hubiera mañana hasta que sentí unas manos recorrer mi cintura, como si me faltara aclarar dudas de quien era, habló.

-Tanto tiempo pequeña.
¡Mierda! Aaron. ¿Los Mongomery me perseguían?
-Aaron.
-Al menos me recuerdas, supe por ahí que le rompiste el corazón a mi hermanito, eso no se hace nena mala.
-Se lo busco.
-Si, algo así supe. ¿Qué paso? Yo jamás te dejaría ir, estas que arde.
-Tu solo piensas en sexo.
-Sí, tu eras igual antes de mi hermano, no te hagas la que no.
-Yo no me hago nada, pero si quieres saber que paso, decidió hacer obras de caridad con una zorra embarazada sin padre responsable del bebé.
-Eres dura chica. ¿Te cambió?
-Según él jamás se acostó con ella, pero quien sabe.
-No se cuantos errores cometió, pero ha llegado toda la semana borracho llorando por ti, ese idiota te ama, como un condenado y saber que no es el único en tu vida lo esta matando, quería un para siempre a tu lado, suena cursi como la mierda, aún más viendo que ni siquiera tienen 25 años, pero que voy hacer, aparte de consolarlo.

Algo dentro de mi supo que todo esto estaba mal, odiaba la idea de imaginar a Zedd borracho y destrozado, odiaba ser quien le causo tanto daño pese a que él fue igual conmigo, me dejo sola en mi peor momento, pero también había visto a Mona, se notaba que su vida era difícil, digo, tenía cinco dolares que eran para leche y el pequeño los gasto en pastel, cuando yo gastaba la mitad de mi dinero en ropa y me sobraba.

Por otro lado sabía que Darcy era sumamente encantador, me gustaba, no sabía todo de mi aún y quizás no lo acepará, pero conociéndolo jamás me juzgaría, amaba cuando cocinábamos juntos en la mañana y él iba por mi café, aunque eso también lo hiciera Zedd, amaba las bromas que hacíamos por su nombre y como era tan "Orgulloso" cuando en realidad no era así, no tenía casi nada similar al personaje, pero amábamos las bromas sobre ello.

Había prometido no beber, pero al carajo, tenía que hacer una elección, dejar de lastimar a los dos hombres que quería y quedarme con quien realmente me hacía bien. Fui a la barra y pedí un chupito de tequila, luego otro y otro y así hasta que termine pidiendo la botella y deje de lado el limón tomando el ardiente licor solo.

-¡Alison! ¿Qué estas haciendo?
-Pues bebiendo.
-Dijiste que no te emborracharías.
-Eso fue antes de encontrarme al Mongomery idiota.
-¿Zedd?
-¡No, el mayor!
-¿Y eso que tiene?
-Me dijo que Zedd llevaba una semana borracho llorando por mi, no debería sentirme culpable, no debería darme pena, luego pienso en Darcy, me encanta ese chico.
-Amiga debes elegir pronto.
-Ya elegí.

Y en parte, sabía que era cierto.

Broken rules ¡CANCELADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora