The Sign Of the Flower

Capitulo 4

Zander se sentía traicionado por el protector.
Su única posibilidad de restaurar su mundo acababa de salir corriendo diciendo que se alejara y que no quería volver a verlo.

Se dejó descansar un rato mientras observaba a la gente caminando por el parque, aún no podía creer lo que él y Drina habían logrado, y las personas no tenían ni la menor idea de que había ocurrido.

De pronto comenzó a sentir frío, y su mirada quedo en el cielo.
Nadie parecía notarlo excepto el. Aquella mancha negra en el cielo se comenzaba a arremolinar sobre aquella casa que había vigilado durante trece años.

<<Esto no está bien>> pensó.

Se levanto y salió corriendo en dirección a la casa de Drina.
Él sabía que sería algo malo, pero no tenía la menor idea de lo que se le venía. Desde este momento nada sería como vivió durante los últimos años, todo cambiaría.

* * *

Su respiración era agitada.
Estaba pegado a la pared de la casa, tratando de pasar desapercibido ante cualquier cosa que pudiera haber.

-¿acaso no es obvio? necesito tu muerte y la de Zander-

Escuchó una voz del otro lado de la pared que pudo reconocer como la del padre de Drina.
Pero había algo que no entendía, y era por qué le decía eso a su hija y por qué sabía de él, tal vez Drina le hubiese contado pero para el no tenía ni el más mínimo sentido.

-¿cómo lo conoces?-

Escucho ahora la firme voz de Drina, aunque en el fondo él sabía que ella estaba un poco asustada. Y eso comprobaba que ella no se lo había dicho.

Estuvo a punto de entrar a la casa para detener lo que sea que estaba ocurriendo pero justo cuando pensaba en abrir la puerta sintió un leve toque en su hombro qué hizo que se diera vuelta.

Su ex novia estaba justo ahí frente a sus ojos.
Lucía algo decrépita, su sonrisa no era la misma, se notaba que había bajado de peso al punto en que se veía huesuda, su rubio cabello se veía descuidado y pajoso, y por último sus ojos; que Zander recordaba cómo los más hermosos, y azules que habían visto en su larga vida ahora estaban negros.

-¿Riley?-

Zander se encontraba atónito, le resultaba difícil encontrar algo que poder decir, por qué no creía ni comprendía lo que tenía frente a sus ojos.

-Zander, no sabes cuánto te he extrañado, tienes que volver conmigo, por favor- salían las palabras de la boca de su ex novia, mientras esta se acercaba a él -te necesito- la chica sostuvo el rostro de Zander entre sus manos, mientras acariciaba sus rosadas mejillas.

-Riley, podemos hablar de esto luego, ahora no es el momento ¿puedes esperar fuera de mi apartamento? - Riley se acercó más a Zander y lo beso. Pero al momento en que los labios de su ex novia tocaron los suyos se dio cuenta de que todo en ella era distinto, se sentían fríos y extraños, como si estuviera besando al aire o un fantasma. Intentó separarse pero las manos de aquella chica ahora se encontraban en su cabeza haciendo tal fuerza que para Zander era casi imposible separarse.
Él sabía que no era Riley, y realmente lo confirmó cuando un líquido espeso se hizo paso por su boca tratando de ahogarlo. Zander buscaba una escapatoria, pensaba en toda la magia que había aprendido a utilizar desde que llegó a la tierra. Subió sus manos y las colocó sobre aquellos de la que fingía ser su ex novia, y luego las calentó tanto como el sol. Al instante el ser se apartó, y Zander tuvo tiempo para expulsar aquel líquido negro que le había puesto en su boca, aún que sentía como quemaba en sus labios. Mientras tanto el ser se inclinó hacia atrás casi chocando con la muralla, sentía como se endurecían sus brazos de un color negro y se comenzaban a escamar.
Zander sólo contemplaba la escena, jamás había visto algo así, como los brazos de alguien se tornaban negros y caían como cenizas al piso, ahí se dio cuenta de que aquel ser era oscuridad, simplemente oscuridad, de la misma que había liberado en su mundo y ahora que había encontrado a Drina trataba de matarlos.