V

2 0 0
                                    


  A veces, cuando el mundo me supera, cierro los ojos. Me gusta volar lejos, a esos mundos a los que aún no ha llegado nadie. De hacerlo ya no serían únicos, estarían destruidos , habrían edificado cosas para sentirse dueños de algo y a falta de una guerra, se habrían peleado o se habrían matado entre ellos. En el mundo al que yo viajo no existe la maldad, quizá simplemente no hay nada y por eso me gusta tanto, solo silencio, el único ruido es tu propio ruido, tu desnudez ante un espejo, un cielo azul claro reflejado en un mar oscuro. Algunos ojos dulces que me miran, conocidos. Quizá una parte de mi que estaba escondida me saluda. Y al volver, no puedo hacer más que maldecir esta maldita realidad, fría y devastadora como el mundo, donde ya no queda nada que sea rescatable, donde lo bueno se esconde por miedo a convertirse en malo, y lo malo aflora a cada paso y en cada esquina. Quiero volar a esos mundos, quizá un día consiga no volver más.  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 02, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cartas al vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora