Segunda

22 2 0
                                    

A veces sueño con que no te has ido del todo, que te acercas a mi cama, me acaricias el pelo, y me susurras que todo va a salir bien. Sueño que de noche curas mis heridas, y que por la mañana me bañas en tus aguas renovadas. Pero cuando despierto todo deja de tener sentido, y me quedo un rato tumbada en la cama frotándome los ojos, como si todo esto fuera una pesadilla de la que quiero despertar. Si me quedo callada oigo tu voz, y entonces me quedo sin respirar unos segundos, no quiero que el ruido de mi respiración ahogue tus palabras. Creo que he dejado de hacerlo, de respirar, de vivir, y que desde que te fuiste estoy muerta. Por más que lo intento no consigo que mi corazón lata, a veces le grito para ver si se despierta. Puede que algún día consiga olvidarte, olvidar lo que fui. Aún no estoy preparada para verme en lo que me he convertido.

Cartas al vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora