Hasta que el destino te puso en mi camino. (Maluma)

Capitulo 9

Hace tiempo atrás decía que eso de "los sueños si se cumplen" era una falsa, sólo por el simple hecho de que todo lo que me proponía o quería, nunca lo llegué a tener.

Puede que fuese por que realmente no le ponía esfuerzo en conseguirlo, o simplemente por que llegaba a un punto en el que me rendía.

E aquí mi negatividad.

Cuándo descubrí a Maluma y su música, tenía miedo a que terminara obsecionandome con el, y si, ¡Miedo cumplido!.

¿Miedo, por qué?

Antes de Maluma, me encantaba Romeo Santos, llegué a obsecionarme un tiempo con el, hasta que llegó el momento en que iba a cumplir mi sueño de conocerlo, en su gira por Europa, y en ella vendría a cantar a mi Isla.
Todo ya estaba listo, las entradas para el concierto ya estaban compradas, y justamente, un día antes del concierto, me lesioné el pie. ¿Que buena suerte la mía no?.
Intenté ir de varias formas, incluso dije que iría en silla de ruedas si hacía falta, pero ya sabéis como son las madres a la hora de proteger a sus hijos, ningún remedio fue posible, nada fue posible.

Por eso, cuándo llegó el sexy colombiano y su gloriosa voz a mi vida, todo cambió.
Al principio pensé que me pasaría igual que con Romeo, que sería cosa de un mes, y esa "cosa" terminó convirtiendome  en una gran fan.

Y cuando estaba por cumplir el sueño que mas deseaba, ¡Me voy de vacaciones a Colombia!. Justo el día en el que el iba a mi isla.

Pero lo que diferencia esto a los demás sueños, es que nunca me rendí, si se trataba de Maluma, no me rendía.

Y mirenme ahora, pasando un día con el, un día que ni si quiera yo llegué a soñar, un día en el que Angela Gonzalez, no sólo conoce a Maluma, si no a Juan luis.

-Angela, ¿me estás escuchando?-Y ese es el, el mismo Maluma, el mismisimo Juan Luis Londoño Arias, pronunciando mi nombre.-¿Angela?-volvió a decir después de llamarme unas tres veces atrás, cuándo por fin salí de mi mundo.

-Lo siento, estaba... pensando en mis cosas-me disculpé.-¿que me decías?

-¿Estás bien? Si quieres te llevo a casa...

-No no, enserio estoy bien, no te preocupes-le dediqué una tranquila sonrisa-Esto es precioso-susurro, refiriéndome a la hermosa vista, si, el lugar que el me quería enseñar, un mirador donde se contempla todo Medellin, y no mentí, es precioso.

-No te podías ir sin antes ver esto

Sonreí, ambos quedamos viendo en silencio todo el lugar, a un punto fijo. Hasta que el silencio se convirtió en algo incomodo, esperando a que uno de nosotros acabé con el.

Piensa en algo Angela, di algo.

No, espera a que hable el.

No no joder, piensa rápido.

-¿Crees en el destino?-Oh, que magnifica pregunta Angela.

A la próxima me quedo callada.

-Mucho-contestó-Ahora mismo estamos aqui por que el destino así lo quiso. ¿No crees?

-Supongo-contesté-Bueno, yo mas bien... creo que, sólo es coinciencia.

-¿A que te refieres?

-Digo, osea, el que tu y yo nos tropezaramos en el aeropuerto, o que nos volvieramos a encontrar en la fiesta de Tatiana... o que hoy coincidimos en el restaurante ese... Fue una coincidendia...-Lo sé, soy pésima explicandome, que no se note.

No hubo respuesta, desvió su mirada de la hermosa vista que contemplabamos, y volvió a pasar, nuestras miradas hicieron contacto, el sonrío.

-Me gustan las bonitas coincidencias que crea el destino.