Los nervios me estaban atormentando, hasta que Alex volvió.
-Fred, lograste alcanzar los siete casios principales, felicitaciones –dijo y le entregó su Trequeen.
-Madison, tu solo alcanzaste solo seis, pero no te preocupes, si son la profecía estos casios podrían ser suficientes –dijo en tono inseguro.
-¿Que casios tenemos? –pregunté desconcertada.
-Mira el cartel –dijo señalando un cartel detrás de nuestro asiento- debo irme, un gusto conocer a la profecía –expresó en tono sarcástico.
El cartel decía que los diez casios principales eran:
1. Protección.
2. Empuja un metro hacia atrás a tu oponente.
3. Niebla durante 20 segundos.
4. Chorro de agua.
5. Confunde a la persona en su estabilidad durante un minuto.
6. Estallido en el suelo.
7. Aturdida.
8. Inmoviliza una parte del cuerpo (no incluye brazos/manos)
9. Dolor al oponente simulado a un puñetazo.
10. Rebota el casio.
-¿Chorro de agua? –pregunté, había alrededor de cincuenta casios que se te acreditaban cuando cumplías los 19 años.
-Directo hacia la cara de tu oponente, deberíamos intentarlo –respondió en tono burlón.
-Esto parece un juego, ¿cincuenta casios hay y ninguno provoca la muerte? No es que me apetezca matar a alguien pero...
-El casio de muerte está dentro del Traqueen, pero si lo usas, debes someterte a juicio.
-¿Y que podría pasar? ¿Te encierran?
-¿Encerrar? Por supuesto que no. Depende de por qué empezó la batalla, y que estaba dispuesto tu oponente a hacerte, deciden si estarás en el hotel Shagon.
-¿Un hotel? ¿Es broma, no?
-Dentro del hotel no recuerdas tu pasado, por eso, no apetecen huir, además cada uno posee un trabajo, limpieza, mantenimiento, cocina, entre otros, y viven allí para siempre. Cada vez que alguien entra, el más antiguo muere.
Asentí. Aunque estaba desconcertada.
-¡Henry! –exclamé.
-¿6 casios? Casi perfecto, bien hecho –me respondió.
-Fred ganó los siete casios, ¿Cómo haces para ganar todos los demás? –pregunté.
-Otras evaluaciones, ya no se llaman más "misiones" pero no podía contradecir a Alice.
-Si estuviéramos en guerra contra un enemigo de los winfreeds–interrumpió Fred- ¿es cierto que se te acreditan todos los casios durante la batalla?
-Si, por eso deben leer el libro de los casios existentes, para poder aplicarlos.
-Yo debo ir al hospital a ver a mi padre –interrumpí- mañana a las 8 am, casa de Alice.
-¿Quieres que te acompañe? –preguntó Henry.
-No, gracias, quiero ir sola.
Él asintió.
Mientras me alejaba de ellos logré escuchar la pregunta de Fred
-¿Ustedes son novios?
(Hospital)
Mi madre estaba dormida en una silla fuera de la habitación de mi padre, decidí no despertarla y entrar sola.
-Hola Maddie –me dijo mi padre cuando cerré la puerta.
-¡Papá! –Exclamé- ¿Estas bien? ¿Por qué mama no me dijo?
-Ella no lo sabe cariño, y no lo sabrá.
-¿Por qué? Ella está sufriendo –respondí tal vez un poco enojada.
-Nadie puede saber que estoy vivo, no puedo contarte por qué. Hasta que la pulsera sea encontrada, y antes que preguntes que pulsera...
-Ya lo sé –interrumpí- la profecía podría ser yo, es un tema extenso, ¿Cómo te relacionas con la pulsera?
Me miro con cara extraña.
-¿Tu? ¿La profecía? No te dejaré correr el riesgo –me dijo luego de haberle explicado todo lo sucedido.
-Opino que es tarde, ¿Cómo te ayudaría la pulsera?
-Nos ayudaría a todos, a destruir a Benjamin.
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Winfreed: La Profecia
Fantasi¿Que harias si de un dia para otro te enteras que eres un Winfreed y que eres parte de la profecia? Su mayor desafío es encontrar la pulsera del mago, la única con el poder de destruir todo lo que, quien la use, desee, antes de que sea tarde... ¿Qu...