Capítulo 16: Sos humano?

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Me atrevo a hablarle, ya no tengo más miedo, no tengo miedo de lo que me pueda pasar, sus ojos me atrapan y sólo digo:

-Thomas...

Él no me responde, sólo me mira fijamente. Me está empezando a poner incómoda, sigue siendo el mismo chico que conocí una vez en aquella playa, ese chico que me gusta, con unos ojos enormes que antes eran grises, fornido, con un bronceado perfecto, y unos rulos cautivadores, estaba frente a mí, pero ya no era el chico que yo creía conocer, o eso parecía. Nadie normal puede tener unos ojos rojos, y menos estar solo a mitad de la noche (a menos que corras de alguien, por supuesto, o persigas a alguien). En realidad, ya no sé qué es lo normal en este lugar.

Se acerca cada vez más a mí, en una forma intimidante, no puedo sostenerle la mirada ya, porque él no está mirándome, está por encima de mí, olfateándome, gira alrededor mío, como si estuviera buscando algo en mí... No puede estar bien, debe estar drogado, o algo por el estilo.

Después de estar unos cuantos minutos escaneándome, tanto visual como olfativamente, me mira a los ojos, pero ésta vez de una forma que sí recuerdo, cómo si se acordara, de repente, quién soy. Su respiración es cada vez más acelerada, más pesada, veo que en su frente hay gotas de sudor, y que tiene una barba de días, está desarreglado. Raro en él. Se acerca a mí boca, y se queda ahí, a pocos centímetros de mis labios, a pocos centímetros de mí regordeta cara, puedo sentir su aliento, huele como a cobre, como suele oler la sangre, y puedo distinguir su olor, ya no huele a mentas como si recién saliera de bañarse todo el tiempo, en cambio, ahora huele a sudor de tres días, a tierra, a humedad. Finalmente, se aleja dejándome con ganas de besarlo, sus labios son muy llamativos como para que no te inciten a besarlo, de un color carmesí, tan grandes como un hombre puede tener los labios, de proporciones perfecta para su cara con ángulos rectangulares, sus labios son la perfección en persona, son los labios más atrayentes que pueden existir. Estoy observando solo sus labios, y puedo ver cómo los moja con su lengua... ¿Por nerviosismo de que lo descubra así, por nerviosismo de que él gusta de mí, o solamente porque estaban secos? Al estar observando sólo eso, me es fácil darme cuenta que quiere hablar, pero no puede pronunciar las palabras en voz alta... Hasta que con un gran esfuerzo, después de varios intentos, lo logra... Logra dejar salir unos sollozos, casi imperceptibles, se aclara la garganta y comienza de nuevo:

- June... June, ¿Qué estás haciendo acá? - Dice con los labios más secos que antes.

- Yo solo escapaba, no sé si te acordas que me mantuviste cautiva anda a saber cuánto tiempo en esa cueva, inconsciente. - Digo con un poco de enfado en mí voz.

- Oh, cierto... Eso. - Dice frotando su mano en su nuca. Ahora ya está erguido mirándome fijamente a los ojos, de nuevo. Al menos ya no tiene esa postura de perro sabueso.

- Sí, eso. - Respondo casi gritando. - ¡¿Tienes alguna explicación razonable para eso?! - Le grito.

- No, razonable no. Por lo menos por ahora. Yo sólo... Yo sólo quería protegerte June. - Dice apenado.

- ¿Protegerme? ¿De qué? - Estoy empezando a impacientarme, tanto misterio ya me tiene cansada.

- De algo June, es complicado de explicártelo. No me creerías si te lo digo ahora. Tienes que esperar un tiempo, no es seguro aún. - Dice acercándose más a mí.

Lo alejo con mi mano, ya no quiero que se acerque más a mí. Ya tuve demasiado de él, de sus misterios, y de su "gran" ciudad misteriosa, con gente extraña gritándome cosas, caras maléficas y todas esas cosas... Me giro, para comenzar a correr, sin importarme que él esté ahí. Sólo quiero irme a casa, quiero estar con mi familia, quiero saber qué les pasó. Comienzo a correr, con todo lo que me dan mis pequeñas, cansadas y débiles piernas, cuando siento que algo corre a la par mío, giro para mis costados pero no veo nada, tampoco veo a Thomas atrás mío, donde yo lo había dejado. Cuando vuelvo la mirada al frente, ahí está... Está frente mío, ¿Cómo puede ser esto posible? Si hace unos segundos él estaba atrás mío, yo lo vi, yo lo dejé ahí.

Un oscuro recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora