Un oscuro recuerdo.

Capítulo 18: Casa nueva.

Narra June.

Íbamos los dos caminando, muy cerca el uno del otro, a una casa "abandona", en la cual, según dijo Thomas, hay gente que se escapó de la Hermandad por distintos motivos. Es como una casa de refugiados. Él me contó que algunos, se han escapado por el solo hecho de no estar de acuerdo con la gente que dirige y lleva a cabo las misiones de la Hermandad. Otros, que intentaron imponerse, y terminaron escapando, para que nos los maten. Y los pocos, que están ahí, porque se enamoraron de casualidad de una especie distinta a la de ellos. Hombres lobos, con vampiros. Hombres lobos con hadas, o ninfas, o sirenas, o simplemente un humano.

Thomas me contó, también, que los hombres lobos, sobre todo, suelen salir al mundo humano a observar cómo es la vida en un lugar de seres "normales". Siempre tratan de no ser encontrados, y de que nadie los vea, y/o encuentre, ya que después de eso, la gente inventa mitos, como el Chupa Cabras o Drácula. La gente, que se cruza con seres mágicos, queda anonadada, y la creen loca. El solo hecho de ver a una bestia del tamaño de un gran danés todo peludo en el medio de un bosque con los ojos rojos, es poco usual, y no mucha gente lo ve.

Cuando el Titanic se hundió, nadie sabe qué especies había en él. Todos creen que cayó porque chocó con Iceberg, o que toda la gente en él, eran humanos. A nadie se le pasa por la cabeza creer que en ese barco podía haber refugiados de la Hermandad, o así mismo gente de la Hermandad buscándolos. Seres mágicos, viajando entre gente ordinaria. Escondiendo, buscando un nuevo hogar, un nuevo mundo al que imponerse, al que enfrentarse, sin prejuicios y gente que les temiera o conociera. La Hermandad existe desde tiempos remotos, Thomas no puede recordar la fecha en que se creó. Según cuenta Thomas, en el inframundo se cuenta una historia completamente distinta del Titanic a la que yo conozco, fue una disputa entre refugiados y la Hermandad. La cual, como no podría ser de otra manera, ganó la Hermandad. Y así, hicieron que el enorme e inhundible Titanic, cayera, se hundiera, así cubrirían todos sus rastros, y la existencia de seres mágicos, y de ellos mismos en él, y con él.

Se acuerdan las persecuciones que había en la Edad Media... Las cuales las hacían personas sumamente religiosas, como era de esperarse, la Hermanan ya estaba allí, con menos influencia que ahora, pero estaba. Ellos eran los que quemaban a "Brujas", que no en todos los casos lo eran, podían ser vampiros, hombres lobos, hadas, cualquier especie mágica que pudiera existir en esa época.

Según me dijo Thomas, extinguieron una especie. No se acuerda bien su nombre, ya que pasó hace muchos años, pero sí sabe cómo eran. Eran personas de estatura promedio, todos pelirrojos, de ojos color esmeralda, la mayoría tenían el pelo rizado, muy pocas excepciones no lo tenían así. Además tenían un color de piel muy particular, eran un color blanco, pero amarillento, como si estuvieran enfermos, pero así eran constantemente. Tenían el poder de leer la mente, pero unos pocos podían cambiarte los pensamientos, por eso, más que nada fue el por qué la Hermandad los extermino. No querían a una especie, la cual pudiera pensar por sí mismo, pudiera saber qué iban a hacer, cómo y cuándo, no querían una especie que no les tuviera miedo. Ellos querían tener a todos bajo su poder, y el que no lo aceptaba así, era exterminado, y extinto. Poco se habla de ellos actualmente, pero los pocos que los recuerdan, tratan de pasarlo generación por generación, para que así, nadie olvide de qué es capaz la Hermandad.

Aunque todos tienen sus "Hermandades" en sus diferentes especies, o eso me dijo Thomas, la Hermandad de los hombres lobos, es una de las más sanguinarias y faltas de corazón de las que ha oído hablar. La de los vampiros lo único que hacen es querer conservar la raza pura, y es en lo que se empeñan. La de las hadas, en que nadie revele su secreto, ya que son unas de las pocas especies que vuela sin alas. Las demás Hermandades, no hacen gran cosa, solo controlar que cada uno de sus individuos vivan en paz, y con seguridad ante la Hermandad de los hombres lobos.