Capítulo 12: Eso es?

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Encontramos en la fuente, partes de cuerpos humanos, partes de animales, y partes de algo que no pudimos distinguir. No era ni agua, ni sapos, ni nada que se le pareciese. Comencé a gritar desesperadamente, no podía creer lo que estaba viendo, ¿Cómo podía alguien hacer algo así? ¿Y dejarlo en una fuente? Puse mis manos sobre mi cara, tapando mis ojos, no podía ver semejante escena. Thomas me abrazó lo más fuerte que había hecho desde que nos conocimos. Me dijo al oído que no podía creerlo, que esto no podía ser real, que teníamos que irnos de ahí. Los dos, solos, lejos de mi casa, mi papá internado, esa escena, un loco que nos perseguía. ¿De qué más me tengo que enterar hoy acaso? ¿Los hombre lobos existen? 

Corrimos, de la mano, sin saber a donde, sólo corríamos, otra vez. Ya no tenía pulmones para seguir corriendo, pero no quería estar más ahí, esa escena me había dejado totalmente en shock, totalmente perturbada. Queríamos salir de ese sitio, y no encontrar nada que se le asemeje a algo paranormal o extraño. No queríamos cruzarnos a nadie, nadie era de confiar, como me había dicho el viejo loco la primera vez. Acaso, Thomas era de confiar? No lo sé, ya lo sabré con el tiempo, por ahora me ayuda a escapar. Tropiezo con una piedra que se encontraba en el suelo, y caigo, pero caigo unos 5 o 7 metros más lejos de lo esperado, raspándome todo el brazo derecho, y la pierna derecha, caí sobre mi tobillo, doblándolo de una manera muy grotesca. Intenté levantarme, pues, quería seguir corriendo, pero mi tobillo me lo impidió. No podía siquiera moverlo, estaba hinchado y sangrando, me había quebrado o algo, pero en ese momento lo único que me importaba era levantarme para poder seguir corriendo. Pero, no pude. Grité con todas mis fuerzas para que Thomas me ayudará, pero él ya no estaba ahí, había desaparecido. No podía creer que me haya dejado en una situación como esa. 

-Thomas hijo de puta, cómo pudiste dejarm... - Algo golpeó mi cabeza y quedé tirada en el medio de la calle, con un tobillo roto y ensangrentado. Una pierna y brazo derecho raspado, y la cara empapada con lágrimas y sudor.


Un oscuro recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora