Capítulo 6

3.4K 323 16
                                    

— ¿Co-como...? — Pase mi mano por mi cuello, confirmando que no tenía nada allí, asi que inmediatamente los tome. — ¿Cómo es que...?— vi una sonrisa aparecer en sus labios, dándome a ver aquellos lindos hoyuelos tan típicos de San.

—Fue él. — señalo hacia WooYoung y luego se dio la vuelta, continuo con su camino, dejándonos a los dos atrás mientras seguía su paso hacia el bote.

— ¿WooYoung...?—me gire a él, este sonreía tiernamente con aquel brillo en sus ojos.

—Los encontré en mi celda, estaban entre la paja y la tierra del piso cuando me metieron allí, pensé que un prisionero anterior los dejo, pero por lo que oí de ese idiota en el almacen, parece que te metiste en algunos lios para recuperarlos...—me los puse inmediatamente, regresándolos al lugar donde han estado en estos últimos nueve años, no pude evitar dar un par de saltitos de alegria al tenerlos nuevamente conmigo. WooYoung al ver eso solo ensancho su sonrisa. — Me estuve preguntado ¿Por qué tienes dos?

—Uno era de mi hermana y el otro es mio, fue un regalo de nuestra madre...

—Ahhh, ¿entonces los golpes no han nublado por completo tus memorias, no? — pregunto él mientras se acercaba a mí para despeinarme antes de sobrepasarme e ir en dirección al bote de remos, le seguí y me nivele a su lado. —No vuelvas a perderlos, que si no estoy yo cerca para encontrarlos no creo que alguien más te los devuelva, ¿de acuerdo?

— ¡Sí, gracias! — los dos llegamos con San al bote y al subir nos turnamos para poder remar hacia el barco que se encontraba en mar abierto, algo alejado del pueblo y de los barcos de la marina real que descansaban en el puerto que sin duda se pondrían al ataque al ver a un barco pirata, detrás de una colina en su punto ciego. 

Hubiéramos llegado más rápido si es que no hubiera sido tan lenta al momento de remar, no pueden comparar mis brazos con los de WooYoung o San, aun así fue gracioso escuchar como WooYoung gritaba constantemente animándome, mientras que San tenia aquella cara de fastidio al tener que escucharlo y no poder detenerle, con forme íbamos acercándonos al tan anhelado barco de mis compañeros, podía ver lo grande y armado que se encontraba, tres mástiles, velas negras junto con una bandera negra que tenía una calavera naranja, a los lados armado con lo que parecía ser medio centenar de cañones y si mis ojos no me fallan podrían ser de tres hasta cinco pisos.

—Por fin cerca de casa...— murmuro San mientras dejaba los remos y le daba ahora su turno a WooYoung para que continuara conmigo el pequeño tramo que nos faltaba para llegar. San grito a todo pulmón, pero eso no se comparaba con WooYoung, por suerte. Vi unos rostros asomarse, uno de ellos lo reconocí, era aquel sujeto que fue a liberarnos de los calabozos, mire a los otros tratando de ver si parecían amigables o si debía de salir huyendo de aquí, hasta que mis ojos se cruzaron con los de él. Con su cabello negro azabache de siempre, pero curiosidamente un poco más largo de lo que sueles ver cada vez que llegas a la oficina, tan largo que hasta podia jurar que vi una trenza descansando en su hombro, con una camisa blanca perfectamente abotonada hasta el penultimo botón, a diferencia de la de WooYoung y con un chaleco sin mangas de color negro, no estaba soñando, sin dudas era él.

— ¿Seong...Hwa? — me pregunte a mí misma en un susurro.

— ¿Dijiste algo? — pregunto San, recordé aquel momento incomodo en la prisión, por lo que decidí que no se volviera a repetir, así que negué con la cabeza, por que claramente no sabría cómo les explicaría a ellos que también conocía a SeongHwa y que él ni me recuerde. No, no, vamos Haneul, no tienes que llamar mucho la atención recuerda, alguien le tiro una escalera trenzada de sogas y nosotros nos encargamos de remar lo más cerca para poder tomarla. San la tomo, dejamos los remos a lo largo del bote y me levante con cuidado de no caer al agua. —Sube...— me ordeno él.

Pirate King: Treasure |ATEEZ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora