de vuelta a casa

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Hola hermanos y hermanas, despues de un par de dias logre volver para actualizar y traje 3 caps nuevos asi que sin mas, aqui espero les agrade

Este dia si salió el sol, las aves cantaban, las plantas florecían, y una fresca ráfaga de viento chocaba contra mi rostro, la tranquilidad se sentía en el ambiente, por primera vez en mucho tiempo tuve el presentimiento de que sería un buen día, si no me equivoco era miércoles, la semana de receso esta por culminar, así que Helen sugirio salir al aire libre, talvez socializar con los demás chicos del lugar, dar un paseo.
Con todo el cuidado del mundo, el tío y la tía Petlzer nos permitieron salir en bicicleta. Tan pronto llegamos a la carretera notamos que estaba decierta
Egon: _si, se que no hay muchas personas por aquí, pero eso se debe a que esta es la parte "desavitada" del pueblo, mas adelante hay personas
Yo:_como digas
Abansamos mas como dijo Egon y finalmente llegamos a la parte abitada de este pueblo, la gente senos quedo observando, quizás era porque nunca nos avían visto antes, o talvez por que los 6 lucíamos como hippies. En fin, nuestros primos conocían un lugar en el pueblo al que podíamos ir, nos dirigimos a una tienda por una soda y paquetes de chatarra, papas fritas, palitos de queso, galletas de chocolate etc. Luego continuamos nuestra expedición, al parecer a Bill y sus hermanos les gustaban los lugares apartados igual que a mí, ya que nos llevaron lejos del pueblo, a una montaña enorme. La vista era casi perfecta, desde allí podíamos observar el lugar, las casas, la calle, las personas, una gran perspectiva, pero eso no es todo, en la cúspide soplaba un viento tan fuerte que podría recostarme sobre él y no caer. Pasamos un rato allí hasta que la comida se terminó, entonces nos dirigimos a un pequeño lago, el cual observamos desde la montaña, y luego decidimos bajar a visitar, el camino estaba repleto de espinas, hiervas venenosas y malezas, pero valió la pena al llegar al lugar, al principio solo contemplamos el lago, después Bill encontró un pequeño bote naranja a la orilla del lago, y tubo la atrevida idea de subirse a él y dar un paseo, dio un par de vueltas, después nos convenció de subir al bote, el cual sorprendentemente podía con el peso de los 6. Fue un rato divertido, yendo de un lado a otro del lago, después Lewis cayó accidentalmente al agua, seguido por Isac, Bill y por último, Egon. En el bote solo quedamos Helen y yo, pero ella también se convenció y salto. Es increíble la valentía que tuvieron al saltar, quien sabe que cosas podían haber bajo la superficie, en fin, mientras todos se divertían, yo observe algo a lo lejos en la selva, una especie de sombra, me convencí a mí mismo de ignorarlo y salte al agua para distraerme.

Ya se estaba haciendo tarde y debíamos volver a casa, concordamos todos, el camino a casa era largo y las bicicletas estaban en la carretera debido al mal terreno, salimos del agua pero antes de ir por las bicicletas, subimos nuevamente la montaña, para secarnos la ropa, con el fuerte viento que soplaba solo bastaron unos minutos y la ropa quedo casi seca. A continuación bajamos y nos dirigimos a la carretera, no estábamos ni a mitad del camino cuando los pies empezaron a doler, jamás avía echo este tipo de caminata estando en la ciudad, pero supe superarlo, lo que no supere fue lo que se nos puso en frente, a pocos kilómetros de la carretera, nos encontramos con un becerro, tratamos de acercarnos para tocarlo y acariciarlo, pero este camino lentamente, de pronto desapareció en una curva. Fue increíble, solo dimos la vuelta y el becerro ya no estaba, y el lugar estaba casi desierto, por lo cual habría sido fácil de encontrar. Como sea, no le prestamos mucha atención a eso, ya podíamos ver las bicicletas, Eso nos dio un alivio, después de haber caminado tanto, y para mayor descanso, la carretera iba en bajada, así que fue una veloz carrera asta casa, no avían autos así que teníamos la carretera para nosotros solos, Bill por ser el más deportista llevaba la delantera, de segundo Lewis, de 3 Isac, de 4 Egon, de 5 Helen y de ultimo yo, y me alegro de haber sido el último, estábamos próximos a una curva y todos estaban demasiados distraídos para notarlo, así que fueron a dar al barranco. Por fortuna ninguno sufrió heridas, pero las bicicletas estaban en mal estado.

Llegamos tan tarde que la casa Petlzer era la única con las luces encendidas. Y una vez más nos dieron un regaño, esto de meterse en problemas se estaba haciendo más que frecuente. Llegamos, nos regañaron, nos duchamos, y cada uno para su habitación. Deviamos descansar para soportar la ola de desastres que se asercaban.

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