III

11 0 0
                                    

Una vez dentro del laboratorio, comienzo a realizar la autopsia, es mi trabajo y estoy muy acostumbra a hacer esto, pero en esta ocasión es a mi mejor amiga a quien debo operar.

Antes de comenzar con la autopsia, pongo un poco de música, siempre pongo mi favorita, la clásica, el disco que hice comienza con una de mis favoritas, concerto número tres en sol mayor para violín de Mozart. Y comienzo inspeccionando el cuerpo, tomo una lupa y detalladamente observo.

Puedo ver que alrededor del los brazos tiene unos cuantos hematomas, lo que me indica que el atacante la sujetó con fuerza para inmovilizarla. El cuerpo presenta 28 heridas de apuñalamiento, todas son grandes y una heridas de ese tipo sólo pueden ser hechas por un gran cuchillo, quizás de cocina, o quizás sea uno dentado; las uñas están desgastadas, lo que dice que Christine luchó contra el atacante. Por los hematomas en los brazos, puedo determinar que es un sujeto con mucha fuerza, de manos grandes, y por lo consecuente, alto y una mujer no podría tener tanta fuerza para causar esto, así que debe de ser un hombre.

Continuo examinando el cuerpo de mi amiga, hasta que notó algo extraño, al principio creí que era una simple lesión cutánea, pero me detuve a examinar mejor aquella lesión, y me di cuenta de que no era una lesión simple, está estaba causada por un cigarrillo, y no era la única, en el antebrazo izquierdo tenía otras dos iguales.

¿Entonces que estoy buscando?, busco a un hombre, alto, lo suficientemente fuerte para causar hematomas, de manos grandes y fumador.

Escribo todo lo que notado en el cadáver en una pequeña libreta.

Procedo a seccionar el cuerpo de Christine como usualmente hago, pero cada corte que hago, lo siento como si yo estuviera siendo seccionada viva.

Después de hacer todo el trabajo rutinario, termino con la autopsia, le pido a los guardias de seguridad que pongan a Christine en los contenedores de refrigeración, una vez que está todo en orden, me retiro y me dirijo al hotel en el que me registré. Robert me había ofrecido una habitación de huéspedes, pero me parece imposible dormir donde mi mejor amiga fue asesinada.

Ya que estoy lista para dormir y olvidarme de esto aún que sea unas horas, tomo la foto de mi bolso y sólo la contemplo y como era de esperarse comencé a llorar y mientras los hacía, vi el anillo que Christine tenía en su mano, y me parece un poco familiar, tomó un vaso y lo colocó de tal forma que me sirve como una lupa, y es la misma figura que está en el sobre de la carta que me llegó. Tomo la carta de mi bolso y comienzo a leerla, la carta esta escrita en francés, un idioma que Christine y yo usábamos cuando no queríamos que alguien supiera algo o para una emergencia.

Termino de leerla y comprendo que sin esta carta no hubiera podido progresar en el caso.

La Carta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora