Pink and Black

Lagrimas dulces

Inoue (POV)

-padre yo... me iré a vivir a un departamento- dije temblando pero mostrándole toda mi fuerza al hombre que se encontraba sentado detrás de su escritorio.

-Estas escuchando lo que dices Inoue- dijo entrelazando sus manos y mirándome fijamente.

-lo hago perfectamente, en realidad te estoy avisando, ya tengo las cosas listas y el departamento esta pagado, ya soy lo suficientemente madura para vivir por mi cuenta- dije firme

-ya veo... en todo caso puedes irte, pero si tus notas bajan te sacare de ese instituto y regresaras a casa... después de todo te crie para ser lo mejor de lo mejor no para dejarte hacer mediocre- hablo el hombre, tomo un bolígrafo y algunos documentos.

-con tu permiso...padre- hice una reverencia y salí por la puerta mientras sentía el nudo en mi garganta.

Abrí los ojos con algo de cansancio, me incorpore sentándome en la cama –de nuevo- suspire

<-no es como si ella me agradara->

Aquellas palabras aun rondaban por mi cabeza y sentía como me perforaban... en mis 16 años de vida fui criada y educada para ser querida y respetada sin embargo sato-kun dijo aquello y sentí como si algo en mí se quebrara, como si todo aquel trabajo que hice fuera algo inútil.

Fui al baño a lavarme la cara, me coloque el uniforme y deje mi cabello suelto solo agarrando un mechón con una pequeña pinza.

Mi departamento es frio y callado pero justo en la sala hay algo que me hace sentir algo de calor, aquel avión de color rojo... el color del destino ¿será verdad?

Tome mi mochila y salí del departamento algo cansada, siempre cuando tengo ese sueño me siento como si mi cuerpo no descansara.

Me coloque mis audífonos y camine al instituto.

-N A N A O- sentí como un cuerpo callo en mi espalda, haciendo que casi callera de cara al suelo.

-Kumiko- dije y la mire

-buenos días- saludo

-buenos días- respondí sonriéndole, con el paso de los años aprendí a esconder mis pensamientos e incluso mis sentimientos, todo aquello que me impidiera ser la chica modelo en el instituto.

-Hoy hará mucho calor- dijo Kumi estirándose.

-sí eso dijo el que da el pronóstico-

Un montón de barullos comenzaron a sonar en el pasillo -¿qué trae a todos tan alborotados de buena mañana?- pregunto Kumiko con un bostezo

De entre la multitud salió Takeshi-kun

-¡OH Nanao-chan!- levanto su mano saludando, él parece un chico amable y tomando en cuenta que siempre es el centro de atención en baloncesto.

-buenos días Takeshi- lo salude mientras le sonreía

-¿Qué tanto haces?-pregunto Kumi mirando las manos de Takeshi, traía unos volantes.

-Hoy tendremos nuestra victoria- levanto su puño con un aura de fuego.

-OH... ahora recuerdo- Kumi me miro –tu ayudaras esta vez ¿verdad?- me apunto

-sí, el presidente quería que el evento ya fuera más formal, así que me encargo un grupo para acomodar el gimnasio-respondí levantando mi dedo índice.

-Esta vez será un evento en grande, se esta jugando mi honor así que perder no es una opción- dijo Takeshi dándole a Kumiko uno de sus volantes.