Capítulo 18 ( He dicho que es suficiente, Mark)

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Los fulmino con la mirada, ¿qué hacen aquí? si, se que los tengo que aguantar y según la reglas de mi padre ahora son: "mi novio" y "mi bff" pero... están lejos de serlo. Joder... estoy tan feliz que ni siquiera ver a estas arañas me pone de mal humor... dios los besos con Seb fueron... deliciosos.

  — Baby, ¿donde estabas? te espere en la salida...— me dice Mark con una mirada de resentimiento, igual me importa un rábano.

— Hay perdón, baby, tenía cosas que hacer...— digo con la voz más idiota que tengo.

Se acerca a besarme pero lo repelo amablemente, Cecile me mira con esa estúpida sonrisa que por lo visto ya se le hizo costumbre... hija de...

— ¿Qué pasa, Mai? ¿No nos invitas a cenar?

Esta pendeja... no estará hablando enserio ¿no? La quiero golpear, enserio tengo que respirar y recordar que esta embarazada.

  — Imagino que tienes cosas que hacer, amiga...— le digo con el tono más gélido que tengo.

— En realidad... no tengo nada que hacer ¿y tu, Mark?— dice rozándole el brazo con las manos, ¡ja! ni siquiera siento celos.

— No...

Y así querido lector prácticamente se invitan a cenar, a mi casa... enserio espero que mi mamá no salga de su habitación... pero claro, como si la hubiera invocado sale a saludar a todos... e incluso finge que Cecile no hizo nada, por que claro al fin y al cabo ¿quien se quedo con mi padre? esto parece una broma...

Mi madre sirve la cena y se sienta a la derecha de mi padre, Cecile a la izquierda de mi papá, yo me siento a un lado de mi madre y Mark en la parte delantera de la mesa, frente a mi padre.

La comida es comprada y sabe muy bien... hasta que claro Marcus logra arruinar todo.

  — Cecile... ¿qué te dijo el doctor?

casi me atraganto... ¿no pueden hablar de esto en otro momento, y de preferencia lejos de mamá?

— Nada interesante, amor... que el bebé va perfecto y me recomendó comidas...— antes de continuar mira directamente a mi mamá— saludables, ya sabes, para no quedar gorda.

Esta hija de ..... Decido que tengo suficiente, yo he tenido que soportar a esta golfa, pero mi mamá no.

Golpeo la mesa con los dos puños y señalo a Marcus.

  — Tenemos un trato, y queda claro que esta cena esta afectando a mamá... así que calma a tu... zorra.

Todos ahogan un grito y me levanto no sin antes lanzarle una mirada de advertencia a Cecile.

 Subo a mi habitación y le marco a Seb... solo él me puede calmar.

  — ¿Hola? ¿Maite?— contesta con voz preocupada, y yo me regaño mentalmente por no marcarle más que por emergencias.

— Hola, Seb... oye, perdón por molestar, te puedo marcar en otro momento sí estas ocupado.

— ¿Consideras estar ocupado a estar jugando Plants vs Zombis?  

Me rio y le digo que no, también  le cuento lo que acaba de pasar y él como siempre escucha atento, finalmente colgamos por que alguien llama a mi puerta.

  — Adelante— Grito.

— ¿Baby? 

Puaj... de todas las personas que odio, él.

— ¿qué pasa, Mark?

— Nada... es solo que no deberías hablarle así a Marcus... — Le lanzo una mirada de advertencia— Y también quería pasar tiempo contigo, no entiendo hoy me dices que regresemos y cuando intento abrazarte o estar cerca de ti, prácticamente corres. 

diablos.

  — Lo sé, Mark. Lo siento, ¿OKEEY?

Me mira con ojos de borrego que antes me hubieran derretido y ahora solo me provocan asco.

  — Solo quiero estar bien, baby.

Sonrío con sorna y me dejo caer en la cama. 

— Yo también, "baby"— digo con burla en la última palabra.

En segundos Mark esta encima de mi, besándome y yo como única opción le devuelvo el beso, aun que no sin antes interponer mi mano entre ambos... tienes que fingir Mai... piensa que es Seb.

Imagino a Seb besándome, sin embargo, se siente tan diferente uno de otro... no tienen nada que ver.

— Te deseo tanto, Baby— Dice acercándose más a mi, coloca una mano cerca de mis senos y decido que es suficiente.

— Para ya, Mark.

pero él o no escucha o finge no haber escuchado porque ahora su mano esta intentando masajear mi pecho izquierdo. 

 — He dicho que es suficiente, Mark— digo empujándolo y levantándome de un salto me dirijo a la puerta de mi habitación y quito el seguro que seguro puso Mark, abriendo la puerta continuo— Nos vemos mañana en la escuela... no pases por mi.

Se levanta y se acomoda el creciente bulto de su pantalón, precoz, colocándose detrás de mi, me acerca a el y soplando a mi oído con saliva y todo murmura: No te vas a escapar tan pronto de mi, baby, dicho esto se larga.

Todo perfecto, menos yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora