— Sujétalo bien.
— Que no puedo, te digo.
Baekhyun miró a su amigo con el ceño fruncido y se cruzó de brazos. El otro chico ya llevaba repitiendo lo mismo desde hace más de una hora, ni siquiera se molestaba en intentar hacer lo que le pedía y luego le salía con aquel cuentito de "No puedo hacerlo".
Y él no podía entender por qué se rehusaba tan firmemente en llevarle la contraria: ¿Cómo era posible que Kyungsoo no pudiera sujetar un simple y mísero hilo de pacotilla que tenía frente a sus narices? Su dedos no eran tan gruesos y el hilo no era ni tan fino, ni tan corto. No podía ser tan difícil, por dios.
El otro, sin embargo, y al notar la postura que había adoptado Baekhyun de repente, puso los ojos en blanco y resopló.
— Te lo he dicho antes, ¿verdad? Que el hilo no se podrá cortar de ninguna manera, ni siquiera con esas tijeras que tienes ahí —apuntó hacia la mano del aludido que cargaba con semejante cosa filosa, y levantó su propia diestra, enseñándole el hilo y pasando sin pudor alguno un regordete dedo sobre éste, traspasándolo por completo y dejando atónito al sujeto que tenía en frente—. Está totalmente fuera de nuestro alcance, Baekhyun. Ésta cosa horrible es como un maldito holograma: no podemos tocarlo, quitarlo, ni mucho menos cortarlo.
Baekhyun parpadeó estupefacto mientras bajaba las tijeras lentamente y las dejaba sobre el banquillo en el que estaban sentados, pero no tardó en revolverse los cabellos de pura histeria.
— Maldición —se quejó—. Ya estábamos lo suficientemente jodidos antes de que sucediera ésto, ¿y ahora tenemos que lidiar con más? Demonios —el chico apretó los dientes, sintiéndose desorientado, y arrugó el entrecejo mientras se esforzaba por pensar en algo—. Debe de haber una solución.
— Yo supongo que la hay —contestó, jugando con el hilo mientras lo traspasaba una y otra vez—. Pero también supongo que la única solución que tenemos tiene ver, únicamente, con esa anciana, y yo dudo que la encontremos en alguna parte. Y, aunque lo hiciéramos, ella seguramente volverá a desaparecer frente a nosotros sin ningún problema, como lo hizo por primera vez, y dudo que perseguirla por todos lados como perros nos ayude en algo —finalizó, mirando hacia ningún lugar en particular—. Además, no creo que vaya a querer quitarnos ésto así porque sí, por lo que... creo que nos tocará lidiar con ésto por ahora, hasta que pensemos en algo que podamos hacer.
El más alto (aunque por centímetros) miró a su amigo con expresión preocupada y suspiró, levantándose pesadamente de la banca y resignándose por hoy a volver a casa con un dedo a punto de partirse en dos.
— Supongo que tienes razón —murmuró, sin más remedio, y se sacudió la tierra que había quedado en su trasero—. Pero, 'Soo...
— ¿Uhm? —musitó.
— Dime... —haciendo una mueca, miró sobre el gran arbusto detrás de ellos y volvió la vista al otro chico, apuntando detrás de dichas plantas—. ¿Qué haremos con ellos?
El aludido giró sobre su cuerpo hasta dar con lo que Baekhyun le apuntó, y no pudo evitar chasquear la lengua. Porque ahí, encimados uno sobre el otro de cualquier forma menos una normal, durmiendo plácidamente inertes en el suelo y sin señales de querer despertar pronto, estaban Sr. Brillante Uno y Sr. Brillante Dos, hablando en sueños como los idiotas que eran y sin tener, aún, ninguna remota idea de nada.
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You're not my fuckin' soul mate (Chanbaek/Kaisoo)
FanficDo Kyungsoo y Byun Baekhyun tenían un problema. Y es que ellos definitivamente no podían decidir cuál tipo de atención era la peor. Porque, por un lado, estaba aquella en la que, no importa lo que hiciesen, siempre resultaban ser la causa de las b...