Un Trago De Vida

Capítulo 1: "No esperaba esto"

No estaba muy segura de lo que quería en este momento, por un lado, quería simplemente tirar todo sobre la cama y acostarme a dormir. Pero por el otro, Sharon se había presentado de repente en mi casa esperando un animado "sí" de mi parte y, vamos, si soy sincera, no creo que tenga otra opción. No es como si fuera aburrido ir de fiesta con mis amigos, pero esta noche estaba sólo demasiado cansada y tranquila como para salir de la cama. De todas maneras, ¿para qué me quejaba? Ya casi estaba lista y, además, mis amigos no me iban a dejar escapar. Sonreí ante ese último pensamiento, pues me causó un poco de gracia.

Solté un suspiro de derrota mientras me miraba en el espejo. Nada mal, pensé. Llevaba puesto un vestido corto, de dos partes, negro con detalles dorados en los bordes, resaltaba mis curvas haciéndome lucir como si tuviera una figura adecuada. Quiero decir, no es que me quejo de mi cuerpo, ya acepté hace tiempo que así soy y no podré cambiarlo, pero este vestido era... casi mágico. Ahora recuerdo por qué lo compré.

Me maquillé rápidamente, agregando un poco de sombra a mis ojos, rímel a mis pestañas y brillo labial a mis labios. Sencilla. Tomé mis zapatos de tacón dorados y mi cartera con todos mis accesorios necesarios. Eché una mirada al espejo por última vez antes de salir. Mi cabello rubio oscuro estaba suelto y peinado al natural, con apenas unas pocas ondas. Sip, estaba lista. Además, no quería impresionar a nadie esta noche, así que no creía que me tuviera que esforzar más que esto.

Dejé una nota para mamá y papá avisando que iba a salir con Sharon y los chicos, diciendo que probablemente llegaré muy tarde a casa. En caso de que se despierten y yo no esté, no quiero que se asusten. Sharon me estaba esperando en el auto con nuestros amigos, para mi sorpresa, con paciencia. Me monté en el auto con prisa y hecha un manojo de nervios por dentro. Esta noche era totalmente improvisada y no tenía idea de a dónde iríamos ni de lo que podría pasar. La incertidumbre y la ilusión se instalaron en mí con fuerza, llenándome de una absurda esperanza. Tal vez esta noche no iba a ser tan mala. Después de todo, tenía un buen presentimiento. Algo raro en mí, ya que últimamente todas mis salidas eran iguales y ya no esperaba nada nuevo.

Saludé a todos los que estaban en el auto animadamente, atrás junto a mí se encontraban Jared y Kev, y conduciendo iba Sheldon junto a Sharon de copiloto. Para mi suerte, todos estaban con un humor increíble y con muchas ganas de fiesta. Eso elevó mi ánimo instantáneamente.

-¡Hola Ambs! ¿Recién te levantas de tu siesta? -se burló Kev, a mi lado.

Todos rieron y yo los miré con diversión. Justo cuando iba a responder, Jared me interrumpió.

-A propósito, se nota que estabas durmiendo. -dijo, y puso una expresión de horror-. ¿Y esas ojeras? Uy, uy, uy, parece que el rímel no te sirvió de nada.

Kev y Sheldon se reían de su broma mientras Sharon y yo nos mirábamos con complicidad. ¿El rímel? ¿Es en serio? Hombres.

-Si serás idiota...

-Serán. -me corrigió Sharon.

-Exacto, si serán idiotas los tres eh. El rímel no es lo que se usa para cubrir las ojeras, sarta de monos inadaptados. -les expliqué con una sonrisa de autosuficiencia.

Jared rodó sus ojos.

-Ya basta Amber, nadie quiere escucharte hablar sobre maquillaje. -se quejó Jared.

-Si, mejor no hables. Hay hombres aquí también, ¿sabes? No queremos escucharte. -continuó Kev, haciendo una mueca de disgusto.

Yo lo miré ofendida y los fulminé con la mirada. Giré mi cabeza rápidamente hacia la ventana del auto, ignorándolos y pretendiendo estar enfadada. Sabía muy bien el efecto que eso tendría sobre ellos. El auto se quedó en silencio hasta que Kev soltó un suspiro de derrota, sonreí victoriosa sin que se diera cuenta.