Capítulo 3: "Especialmente Ryan"

41 5 2
                                    

Nos encontrábamos todavía sentados, sin movernos ni decir nada, simplemente escuchando el ruido de la ciudad. No me sentía cansada, ni con sueño, pero tampoco podía pensar en algo que hacer de ahora en adelante. De repente sentí nervios al no saber qué decir para apagar el silencio, pero Ryan habló.

-No quiero que esta noche termine aún. Y son las... -echó un vistazo a la pantalla de su celular-. seis a.m, por lo tanto, ¿te gustaría ir a desayunar? Yo invito. -ofreció con una brillante sonrisa.

Las comisuras de mis labios se elevaron inevitablemente y estuve a punto de soltar el aire que contenía en un gran suspiro. Pero no lo hice.

-Me encantaría, Ryan. Además, muero de hambre. -acepté contenta.

Ryan iba a contestar pero Kelsey lo interrumpió.

-Ryan también. -dijo.

-¿Cómo lo sab...

-Él siempre tiene hambre. Incluso después de comer. -explicó Kelsey, haciéndome reír.

Ryan la miró de mala forma, logrando que me ría aún más. Secretamente, yo estaba más que feliz de obtener información extra sobre ambos, aunque fueran detalles pequeños como éste.

-Bueno, Ryan, la verdad es que estás un poco gordo, debo admitir... -bromeé con diversión.

Él soltó una risita y me empujó apenas chocando su costado con el mío.

-Qué graciosa. Deberían darte el premio Nobel de la graciosidad.

-¿Graciosidad? -pregunté sorprendida.

Él asintió y yo exploté en carcajadas por su ocurrencia. Kelsey se reía un poco mientras negaba con su cabeza.

-Y luego la que está ebria soy yo. -me quejé sonriendo.

Ryan se encogió de hombros.

-¿Qué puedo decir? Mi coeficiente intelectual es muy elevado. -dijo engreidamente.

Lo miré tratando de contener una carcajada.

-Ya cállate, Ryan. -ordenó Kelsey rodando sus ojos.

Él suspiró.

-¿Qué haces aquí todavía? -le preguntó de repente.

Kelsey se señaló a sí misma fingiendo que no sabía que se dirigía a ella. Ryan inclinó su cabeza indicando que esperaba una respuesta.

-¿Me estás echando? -respondió ella, pareciendo ofendida.

Me removí incómoda en mi lugar. ¿Él de verdad iba a pedirle que se fuera?

-Son pasadas las seis de la mañana, Kels. Dijiste que ibas a ayudar a papá con las pinturas del patio trasero.

Los ojos de Kelsey se abrieron de par en par, al parecer recordando lo que le había prometido a su padre. Se puso de pie velozmente.

-Mierda. Lo había olvidado completamente. Papá va a matarme si llego tarde. -exclamó mordiéndose el labio-. Tengo que irme ya, prometí que iba a estar allí a las ocho. Tomaré un taxi ahora mismo.

Se acomodó su ropa y tomó su pequeño bolso que se encontraba tirado en el suelo, a sus pies. Mientras Ryan y yo la mirábamos con diversión por su arrebato.

-Fue un placer conocerte, Amber. No creas que será la última vez que nos veamos. Deberíamos reunirnos en estos días. -miró a su hermano con pretensión-. Dale tu número a Ryan para que podamos llamarte, cariño. Nos veremos pronto.

Besó mi mejilla y chocó el puño cerrado con su hermano, ya casi lista para marcharse. Debo agregar que mis mejillas estaban más que rojas, a esta instancia.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Trago De VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora