Entre gotas de lluvia

4# ¿Tarzan?

Matt la miraba comer su hot dog con una sonrisa, en verdad se veia muy graciosa, se notaba que tenia hambre y para ser una chica no tenia vergüenza de que la mirara.

- ¿Vas estarme mirando con esa cara toda la noche? —Se rió Toya

- ¿Como te llamas? —Pregunto el pasándole un dedo en el labio untado de ketchup.

- ¿Será que debo decirtelo? tienes pinta de seductor —Contestó alzando una ceja.

- ¿En serio? hasta ahora siempre he tenido la sospecha de que las mujeres huyen de mi

- ¿Por qué huirian de ti?

- Porque no se entenderlas, ni ellas saben entenderme a mi... o al menos eso pienso. 

- ¿Un chico desafortunado eh? —Sonrio Toya. 

-Pienso que debe aburrirles que sea un Friki y que ademas sea de Licoln park tampoco es... Interesante.

Toya volvio a reírse, era la primera vez en toda su vida que escuchaba a un chico con pinta de conquistador decir algo semejante.

-Un momento —Dijo ella meditando sus palabras —¿Eres de Licoln?

-Desafortunadamente si, soy un chico de pueblo ...tu, ¿te vas a reir verdad?

-Mi mejor Amiga me comento que pretende ir allí, prosiguió ella ignorando su pregunta.

- ¿En serio? ¿Y de donde sois?

-De Nueva York.

- Mi hermano suele decir que os creis el ombligo del mundo, generalmente el odia a los neoyorquinos —Sonrió el. 

-¿Y tu ? ¿que crees ?

- No se, si nueva york se parece a ti entonces no me importa que sean el ombligo del mundo

-Pareces bueno con las palabras, me pregunto ¿Que es lo que haces mal con las chicas?

Toya se dio cuenta de que podria sacarle buen provecho al sexy pero torpe pueblerino.

- Que te parece si hacemos un trato... ¿te llamas?

-Matt.

-Entonces Mathew que te parece si tu me llevas a Licoln con mi amiga y yo te enseño a seducir una chica.

-¿Puedes hacer que enamore a cualquier chica?

-Cualquiera. —Contesto ella muy segura.

Mathew esbozo una sonrisa, parecia un juego muy divertido pero atractivo al mismo tiempo.

- Acepto . —Finalizo el — Oye profe ¿Cómo nos vamos de aquí? llueve a cantaros.

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No es que su forma de resolver las cosas fuese la apropiada, pero convencer al dueño de la cafeteria usando hechizos femeninos al final sirvio de algo. Bueno casi algo, no es como si les hubiese prestado su coche pero si dos paraguas con el logo de la cafetería.

- No eres una chica muy comportada, ¿no?

-Si es un dia de lluvia y truenos, odio eso —Contestó ella.

- ¿De donde eres? —Dave volvio hacerle la misma pregunta. Esa forma de pensar venía siempre de las chicas de ciudad grande.

-Nueva York.

-Me lo suponia, los dueños del mundo

Lauren le dedico una mirada de fastidio, ¿que queria decir con dueños del mundo?