Entre gotas de lluvia

5# ¡Tu!

Mathew abrio un ojo intentando amoldarse a su entorno, ni siquiera sabia donde estaba. Se levanto poco a poco apoyando una mano en el suelo, ¿estaba en el suelo ?, no, peor, estaba en el suelo de un cuarto de ¿hotel?. Un vago recuerdo soplo sobre su mente cuando vio a Toya, su nueva profesora, aun dormida en el sofá. Se acerco a ella dandole un pequeño beso en la mejilla.

Lauren observo la escena confusa, Matt le hizo una señal de silencio con el dedo, entretanto ambos se retiraron a la pequeña cocina del cuarto.

-¿Te conozco?

-No —Sonrió el — encantado Mathew. — Saludo con una mano

-Se que sonare antipática pero... ¿Que le has hecho a mi amiga ayer?

-¿Tan mal tipo parezco?

-No, y ese es el problema

-¿Llevo bandera blanca sabias? —mostró otra sonrisa levantando las manos.

Lauren lo analizo en silencio en cuanto Toya se acercaba maldiciendo los mil diablos por su dolor de cabeza.

-Espera no digas nada- Dijo Toya antes de que su amiga abriera la boca para empezar a gritar su enojo —Hay un buen motivo para todo esto.

-¿También hay un buen motivo para que tuviera que escuchar como vomitabais toda la noche? —Reclamó Lauren suspirando.

-¡Claro! —Contesto Toya—Este galán que ves aqui es de Licoln, el pueblo ese al que quieres ir —finalizo con una sonrisa.

-¿Eso es cierto?—Preguntó ella dirigiéndose a el.

-No miente —Respondió tragando saliva.

-Entonces os veo abajo en 1 hora y media—Lauren abrió la puerta de Salida—¿Me imagino que te haras cargo de el verdad?— Lauren levantó una ceja cruzándose de brazos

-A veces pienso que eres realmente cruel —Se burlo Toya riéndose y tirando de el hasta adentrarse en el pasillo.

-¿Tu amiga nos expulso...?

-Si. - Contesto con tranquilidad

Abrio la puerta de otra habitación, se hizo a un lado para que Matt entrará.

-¿No pensaras violarme verdad?—Se reía el.

-No estoy tan desesperada- Contesto ella fingiendo una risa.

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Stacie salia de la universidad pensativa mientras degustaba una fruta. Sabia que tarde o temprano, tendría que llegar al matrimonio, según lo acordado con Mike. Aunque por alguna estupida razón anhelaba que una criatura mitologica se escapara de un cuento y la salvara. ¿Un principe azul?...no, porque los principes azules no pasan de hombres con buen cuerpo y poco cerebro. Pero un chico que se asemeje a un principe, que de verdad exista, simplemete necesita un corazón sincero, curiosamente eso es dificil de encontrar. Pero ¿acaso se puede tenerlo todo en la vida?.

Tiro su manzana sin terminar a la basura, se fijo en la mirada atenta de un raro desconocido.

-¿Por qué me miras asi?- Preguntó ella.

-¿No te parece gracioso?

-¿Lo que?

-Veras, estas tirando una fruta frente a una frutería, lo mas interesante es que yo las vendo —Mostró una sonrisa de diversión

-¿Como podria esta manzana ser de tu tienda?

-Tiene una pequeña etiqueta con el nombre.

Stacie trago saliva devolviendole una sonrisa nerviosa.