¿Por qué tu?

Capítulo 8

Lunes.
Estoy nerviosa, no se que va a pasar cuando Fran entre por la puerta, y tampoco sé como reaccionar.
Entra Ángel seguido de Fran. Los dos pasan por mi lado, y Ángel se dirige a su sitio.
-Hola guapa.- Me da un beso. Si, un beso. Estoy flipando. No sabia que iba a mostrar tan rápido "nuestra relación" a los demás.
-Hola guapo.- Le imito.
Creo que Ángel y su grupo de amigos ha visto la repentina muestra de cariño de Fran, ya que uno de ellos nos ha señalado.

Suena el timbre, y como los de bachillerato podemos salir fuera durante el recreo, salgo rápida porque tengo que ir a mi casa a coger unos apuntes que he olvidado para la clase siguiente.
-¿Estás segura de que no quieres que te acompañe?- Insiste Fran.
-Ya te he dicho que no hace falta.
-Cómo quieras, cariño.- Suena raro que salga esa palabra de su boca.
Me despido de él dándole un beso en la mejilla.
Voy a mi casa y cuando vuelvo, las puertas están cerradas.
Por suerte, veo a los de la siguiente clase fuera. Me acerco a Alicia:
-¿Qué pasa? ¿Por qué estáis fuera?
-Ha faltado el profesor de francés, por lo que la mitad de la clase esta fuera, y la otra, con su profesor.
-Ah.
-¡Marta, ven!- Me grita Ángel desde el otro lado del parque.
No puedo resistirme, y voy con él.
-Vaya, vaya, ¿con qué estás saliendo con Fran?
-Sí, ¿qué pasa?
-Te digo que lleves cuidado con él, y te acercas más a él.
   No entiendo a este chico.
-¿Desde cuando me das consejos sobre con quien debo estar?- Le espeto.
-Tú sabrás. No me digas que no te avisé.
-¿Qué no me avisastes de qué? No entiendo nada. Se supone que es tu amigo y no te fías de él.
-Ya lo entenderás.
-¡No entenderé nada si no me lo explicas!- Me está poniendo histérica.
-Déjalo.
-No pretendas que lo deje, si cada vez que me hablas, es para decirmelo.
-¡Vale! Solo intento protegerte.
-¿Protegerme? ¿Desde cuando? Creo que ya es tarde. Podías haber empezado a hacerlo cuando todos tus amiguitos se metían conmigo.
-Yo no lo hacía.
-La verdad es que sí, porque no hacías nada para detenerlo.
-¿Y qué querías que hiciese? Eran mis amigos. No podía ponerme en su en contra.
Me quedo callada.
-Yo no quería meterme con nadie.
-Ya veo.- Estoy harta. Doy media vuelta y me voy.
-Lo siento, ¿vale?.-Dice a lo lejos.
Me giro:
-Ya es tarde.
   Yo también lo siento, pienso.