Capítulo 12

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Sábado por la mañana.
Como de costumbre, nada más despertarme, miro mi móvil.
Tengo 2 llamadas perdidas de Ángel a las 3 de la mañana, y un mensaje suyo.
Me alegro que mientras estuviera durmiendo, llamara, ya que no estaba lista para tener una conversación con él.
Abro el mensaje:
La respuesta es que no. Nada de esto hubiera pasado si no estuvieses con Fran.
    Joder. Lo sabia. Estoy cabreada y decepcionada, no con él, sino conmigo por pensar que lo nuestro hubiera sido posible.
Rápidamente, le respondo:
Lo sabia, Ángel. Sabia que no habías cambiado, y que sigues siendo el mismo capullo de hace unos años. Sólo piensas en quitarle las novias a tus dichosos amigos. Pero esta vez, has fallado. Prueba con otra.
    Envío el mensaje, y lo bloqueo. No quiero leer su próximo mensaje, si es que lo envía.

Lunes.
Llego a clase justo cuando está empezando y me siento al lado de Fran.
-¿Qué tal el fin de? - Me pregunta con una amplia sonrisa.
-Genial -Miento.
El profesor comienza a hablar, y me alegro de que Ángel no haya venido. Probablemente se le habrá echo tarde.

Mis sospechas se confirman cuando entra a segunda hora.
Recojo rápido mis cosas y voy a la siguiente clase.
Pero mis prisas no sirven de nada porque Ángel ya me ha alcanzado.
-Dejame que te explique el mensaje, por favor.
-No, no tengo nada que hablar contigo.
-Marta, lo entendistes mal. Si no quieres hablar conmigo, al menos, desbloqueame. - Y así, se despide de mí.
No volvemos a hablar en las siguientes horas de clases. Suena el timbre y salgo para mi casa.
Esta tarde he quedado con Fran.
Después de comer, hago los deberes y voy a su casa.
-Ey. -Me da un beso en la mejilla.
-Hola.
-Estamos solos, no hay nadie en mi casa. Entra a mi habitación, yo voy al baño.
   Entro en su habitación, y me pregunto que porque cada vez que me invita a su casa, me insiste en que sus padres no están. Según Ángel, ya tendría una respuesta. Pero tengo que confiar en Fran.
Entra por la puerta, y se sienta a mi lado en la cama. Nos tiramos unas horas hablando y riendo. Lo paso muy bien, excepto cuando al final empieza a hacer preguntas un poco íntimas para mi gusto.
-Bueno, entonces eres virgen, ¿no?
-Sí... -Confieso.
-No te preocupes, yo no. - Se ríe.
Me río incómoda.
Me da un beso, un beso muy largo y veo que esto se le está yendo de las manos cuando intenta quitarme la camiseta con delicadeza.
-Fran, para. Lo siento, pero no estoy preparada todavía.
-No, no lo sientas. La culpa es mía. Esperaré hasta que estes preparada. -Me da un beso en la frente.
-Gracias.
-No te preocupes. -Me da un abrazo.
-Me tengo que ir, mañana nos vemos.
-Vale, mañana podemos quedar para ir al centro o lo que quieras.
-Me parece bien.
Nos despedimos y salgo de su casa.
Inmediante, me acuerdo de las palabras que Ángel me dijo el Viernes.
Lo desbloqueo. Tengo 3 mensajes suyos.

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