Ya había pasado una semana de abusos, alucinaciones y burlas, yo ya no podía más. Quería cambiarme de escuela, pero eso ya no era posible, de saber que las cosas serían así nunca hubiera entrado a la Kisenjo Gauen High School. Hoy tenía que regresar allí, pero eso ya era algo de mi rutina diaria. Levantarme, prepararme para ir a ese horrible lugar y por último ser humillada e insultada por los alumnos. Así que eso hice, una vez más, me preparé y salí camino a la Kisenjo Gakuen. El camino estuvo tranquilo, escuché algunas risas, pero esta vez nadie me empujó. A lo lejos oí otra vez que me llamaban.
—¡Soumei-san!.
Me tapé los oídos con ambas manos e intenté no llorar, el sonido se acercaba cada vez más, fue entonces cuando comenzé a correr hasta la puerta de entrada de la Kisenjo Gakuen, cuando un chico se interpuso en mi camino y chocamos, yo caí al suelo, al igual que él. Rápidamente se levanto y me ayudó, al parecer no se había enterado de aquella foto.
— Oye, ¿Por qué ibas tan rápido?. Me preguntó el chico.
— Es que yo... ah, no lo entenderías.
Me alejé a paso rápido hacia la puerta de entrada y al llegar me detuve, sería otro día más de abusos, insultos y humillaciones. Decididamente di un paso al frente y entré otra vez a la Kisenjo Gakuen High School. Rápidamente y con los auriculares puestos me dirigí a mi salón de clases. Allí estaban los estudiantes, riéndose de mi por quien sabe qué número de veces. Llegó la profesora y como todos, los días anteriores me arrojaban bolas de papel con mensajes, las cuales ignoraba totalmente, tal vez de esa forma se detendrían. Llegó la hora de el almuerzo y mientras estaba en la esquina de el comedor se me acerca el chico con el que me había topado en el camino.
— Hola...hmm... ¿Me puedo sentar aquí?. Dijo señalando un sitio que estaba a mi lado.
— Si tu quieres. le dije secamente y sin muchas ganas de hablar.
— Me gustaría que me respondieras la pregunta que te hice antes.
— ¿Por qué debería?.
— Pues... no lo sé, sólo... quisiera saber el motivo, después de todo yo ayudé a que te levantaras.
— También a que me cayera.
— Oye ¿Cuál es tu problema?, sólo es una simple pregunta.
— Lo que sucede es que la respuesta no es tan simple.
— Ya entiendo... pues... bien, no es necesario que respondas..
— ¿De verdad no la has visto?. Pregunté yo refiriéndome a la foto.
— ¿Ver exactamente que?.
— Esto. Dije enseñándole la imagen en la que aparecía totalmente destruida.
— Oh... ¡¿Pero quién hizo esto?!. Dijo sorprendido.
— Unas chicas no muy inteligentes.
— Con que por esto nadie te hablaba, ¿Verdad?
— Así es... pasé todos los días muy sola luego de que todos aquí vieran esta foto, sinceramente eres el primer alumno que me habla.
— ¿El primero? ¿De verdad?... oye, no me has dicho tu nombre.
— Soy Ayano, Takizawa Ayano.
— Bien, Ayano-chan, ¿Quieres que nos veamos mañana en el café de el centro?
— Si... ¿Por qué no?. No había charlado con nadie luego de el incidente de aquella foto, así que me vendría bien.
Él se retiró a su clase tranquilamente y cuando quise recordar había tocado el timbre de entrada.Este día había sido bueno comparado con el resto de los días. Luego de clases fui a casa y le conté a mi madre lo que había sucedido, eso la dejó feliz, hace tiempo no veía a mi madre sonreír. Subí a mi habitación y agarré aquél conejo.
— Si estuvieras aquí... eso, eso realmente me haría feliz. Le dije al aire y al igual que la noche anterior, me puse a llorar.
¡Holi! No, no se me subió la fama, la razón por la que no subí parte nueva ayer fue que tenía que ir de compras con mi madre y mi hermana al centro, cosa que me dejo muy cansada y me dormí de unas 16 horas y media literal c:
Entiendan que no siempre podré actualizar la novela.
Espero que les guste este capítulo.
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Psicosis
No FicciónPsicosis narra la historia de Ayano una chica a la que le diagnosticaron psicosis un mes antes de entrar a la secundaria, esta noticia derrumba todas las espectativas de Ayano. La protagonista se verá obligada a luchar contra las alucinaciones, camb...