La pasión del infinito: Loki & Annalise's story (PAUSADA)

Capitulo 13: ¿Un nuevo vengador?

POV Loki

Han pasado algunas horas... o días. Ya no siento el tiempo. Estoy agotado. Hambriento. Recuesto mi espalda en la pared de roca. Todo está oscuro. Mi padre a mi lado cada vez respira con más esfuerzo. Tengo que salir. Ahora. Del otro lado de la celda una silueta me observa. Mi vista está borrosa, pero logro reconocer el rojizo de su cabello. Se acerca a mí y se sienta justo enfrente. — Annalise... Ya no puedo seguir. No tengo fuerzas. — Suspiro con tristeza. — Tienes que levantarte, mi amor. Eres Loki, hijo de Odín. Y nadie podrá vencerte jamás. ¿Sabes por qué? Porque tienes un poder que ni siquiera tú mismo te has atrevido a conocer. Tu espíritu es más fuerte que cualquier enemigo o guerra. — Pone su mano en mi rostro y lo acaricia. Siento que todo podría volver a estar bien. — Nadie puede con lo que hay ahí dentro... — señala mi corazón. — No hay nada ahí, mi amada. Nada. — Sí que lo hay. Yo conocí su interior. Levántate. Levántate, sal de aquí y ve por mí. Te estoy esperando. — Quise besarla y se desvaneció. ¿Fue real? Ya no lo sé. Pero quiero que lo sea. Tengo que volver a Midgard y encontrarla. Decirle que no la traicioné. Que sí la amo. Que la amo con tantas fuerzas que estremezco de sólo pensar que puedo perderla. 

— Padre, debemos irnos. 

— Hijo, tienes que ir solo. Yo no sirvo de nada así. En cambio tú... puedes hacer que todo sea diferente. Ve, Loki. Busca a Thor y acaben con ellos. 

— Eso no está en discusión, padre. — Escucho pasos acercarse. 

Un soldado de Morgana abre la puerta. Entran dos más y nos rodean con intención de esposarnos. Uno de ellos trata de levantarme y desaparezco la ilusión. Estoy detrás de ellos. Tomé una de sus espadas hacía rato. ¡Qué tontos! Ni de respirar llegaron a tener tiempo. Cayeron muertos ante mí al instante. Tomé el brazo de mi padre y lo apoyé sobre mi hombre. Caminábamos lo más rápido que podíamos por los interminables pasillos. Por uno de ellos Heimdall salió. 

— ¡Mi rey! Pensé que nunca saldrían de ahí. Príncipe... — inclina su cabeza y hace una reverencia. Me es increíble pensar que después de todo lo que he hecho aún tengo el respeto de los demás. — Los ayudare a escapar.

— ¿Tú no vienes? — pregunto

— Yo seré sus ojos aquí. Informare como pueda lo que esté pasando. Así, al menos, tendrán una ventaja. 

— Pero Heimdall... — dice mi padre

— Él tiene razón. — Refuto. — Necesitamos a alguien aquí. Además, Morgana es tan arrogante que cualquiera que no se siente en un trono es invisible para ella. No se fijará en Heimdall. Ni siquiera sabe del potencial de sus poderes.  — Los tres nos miramos y asentimos. 

POV Annalise

Mi cuerpo se siente diferente. Siento mi sangre fluir. Una extraña sensación de hormigueo en mis manos va en aumento. Oigo los latidos de mi corazón. ¿Cómo es posible? Cientos de imágenes y voces pasan por mi cabeza ahora. Siglos. Siglos de historia van y vienen. Lugares que jamás imaginé. Mundos. Me sospecho más alta, más fuerte. Observo mis brazos y los veo brillar. Una brillante luz dorada con destellos recorre mi piel. Ya no veo a Frigga. Creo que estoy en otro lugar. Sólo Dios sabe cómo llegué aquí. ¡Loki! Veo a Loki por un instante pero no pienso con claridad. Es una locura, pero creo que él también me vio. De repente estoy en otro lugar. No sé dónde. No veo nada. Pero un terrible dolor en cada parte de mí me tumba al piso. Grito con desesperación. Tomo mi cabeza, mi rosto, mi estomago. Nada parece funcionar. El dolor en tan grande que creo morir. La voz de Frigga a lo lejos dice: «Annalise, sé fuerte. Pasará pronto.» ¿Dónde está? No la veo. Ya no puedo más y mis ojos se cierran y ya no siento nada.