Tu,Ayudame (Terminada) EDITANDO

Cap 8: Verdades y sorpresas

Grant:

Quince años, quince años de una dolorosa promesa.

Hace quince años me prometí dejar mi pasado como algo anexo a mi vida. Estoy consciente de que cambié, de que lo que hice no era lo mejor, pero para un chico de nueve años que había perdido a su madre y aún mas, a menos de un año de eso su padre lo había enviado a un internado no parecía tan mala idea.

Olvidarse de todo era de gran alivio, sin mentir tener el apellido Gustin era algo que se respetaba, el gran detective Tom Gustin de la policía de Los Ángeles era muy conocido asique eso junto con mi habilidad para los negocios, me ayudo mucho a surgir de la nada. Aún así, con la vida sonriendome de nuevo jamás volví atrás para mirar mis raíces en cuanto terminé la universidad, me dediqué a trabajar y solidificarme mucho más en mi carrera.

Sin embargo en estos tiempos, cuándo un nuevo aniversario de la muerte de mi madre se cumpliera era inevitable no recordar mi infancia.

Esos juegos, esas buenas noches,esos besos en la frente, esos cuentos antes de dormir y las sonrisas complices que nos dabamos como una familia feliz dentro del vecindario.

Mi madre lo era todo para mi y la había perdido, pero me quedaba alguien, mi único pilar en pie. Mi padre, quién me abandonó cómo si fuera una pequeña molestia para él en un internado dónde pasaba toda la época escolar y para las vacaciones no compartíamos mucho. Él habia cambiado con la muerte de mi madre, y yo también.

Esta era sin duda, la peor época del año para mi, una que quisiera saltarme.

Mi reloj sonó indicándome que debía levantarme de la cama, no había dormido nada en toda la noche aunque me aliviaba el no haber tenido esas pesadillas horribles.

Estiré el brazo para apagar la alarma lo más rápido que pude, si Tyler se despertaba a esa hora su humor sería de temer y no me sentía con las fuerzas como para eso. Me moví con cuidado para salir de la cama y me estiré adolorido, para ser tan pequeño Ty daba buenas patadas en las costillas mientras dormía. Ya era hora de comprarle su cama, iba a vivir conmigo de todos modos asique no tenía sentido que no tuviera su propia cama.

Me  metí a la ducha con la esperanza de despejar mi mente de cualquiera de mis pensamientos, normalmente ayudaba pero ahora no.

En pocas horas llegaría Danielle y tenía que verme mejor para ella, cielos esa chica me tenia baboso, me volvía loco su aroma; su pelo rojizo, sus labios, su sonrisa y sus ojos

¡Que ojos!

Me encantaban sus hermosos ojos cafés y de la forma en que me miraba hacia que todo lo que me rodeaba se me olvidara por completo, una locura.

Salí tratando de repasar mi día en la oficina pero como nunca hoy no pude recordar nada, sólo tenía en mi cabeza las cosas que no quería tener.

-Tyler.- Dije cuando ya estuve vestido y su desayuno preparado.- Es hora de levantarse.- Para mi sorpresa Tyler abrió sus ojos y se sentó en la cama más rápido de lo normal.

-¿Hay escuela?.- Preguntó restregándose los ojos, lo miré por algunos segundos, se veía tan adorable con su pelo revuelto, y su voz ronca.

Me patee mentalmente por no haber disfrutado más mañanas como estas, de hecho jamás las había tenido.

-Claro que si enano, ¿crees que solo son tres días a la semana o que?.- Él suspiró y se lanzó a la cama boca abajo.- ¡Vamos que se nos hace tarde!.

Luego de tenerlo listo y tomando desayuno el timbre sonó, la melodía invadió el apartamento y pasé a mirarme al espejo antes de abrir, acomode mi pelo y me puse un poco mas de perfume.