Tu,Ayudame (Terminada) EDITANDO

Cap 5: ¿Las cosas se ven mal?

Grant sintió todo el domingo como la idea de Tyler se volvía menos absurda en su cabeza, de hecho hasta un poco cuerda pero estaba intentando desecharla.

Su hijo tenía la idea de no querer una niñera pero esta chica parecía agradarle, lo cual sería una salvación para él ya que necesitaba una con real urgencia.

Pero sería tan extraño, era la sobrina del señor Wilkerson. Era la muchacha que vio en ese día bajar del taxi, era una muchacha tan linda.

Movió el celular entre sus manos con el contacto de Danielle en el, suspiró y presionó el botón de bloqueo para luego intentar concentrarse en su trabajo pero por más que lo intentó no pudo hacerlo, las letras, números y demases le parecían griego antiguo.

-Papá, ¿puedes ayudarme a pasar la etapa?.- Tyler levantó el mando del vídeo juego y sonrió de pie en la puerta de la oficina.

-Tengo trabajo que hacer.- No levantó la vista de la mesa donde seguía sin poder concentrarse pero escribir algunos informes le era más sencillo.

-Pero...- Tyler no dijo más y suspiró moviendo la puerta con suavidad.- ¿Llamarás a Danielle?.

-¿Podrías dejarme trabajar?, luego hablaremos de eso.- El pequeño frunció el ceño y arrugó la nariz sin dejar de mirarlo pero Grant no lo hizo por lo que salió después de unos minutos con sus brazos cruzados. Su padre no lo hizo hasta cerca de tres horas más al ver que simplemente no podría hacer más con el estómago vacío.

-Tyler.- Lo llamo y el niño salio de detrás de la puerta de la habitación y se sentó en la mesa de la cocina sin decir ni una sola palabra.- ¿Estás molesto?.-Sacó un almuerzo ya listo y lo puso a calentar, su hijo guardo silencio, tenia los puños apretados afirmando su rostro con los codos en la mesa.

Estaba más que molesto.

-Ya no quiero quedarme aquí.-soltó.

- Somos dos.- Susurró Grant pero a la mirada sorprendida de Ty negó riendo.-Es un chiste, ¿Quieres que llame a Danielle?.- Asintió enérgico antes de sonreír por fin.

Era la mejor excusa, su hijo de cuatro años le insistió. Increíble.

-¡Ya llámala papá!.-Gritó saltando el rubio sin poder contener la emoción.

-Cálmate, te puedes caer.- Dijo acomodándolo nuevamente en la silla, marcó y puso el teléfono en su oreja.

Uno, dos, tres y la voz favorita de Grant últimamente sonó del otro lado.

-¿Hola?.- Trago saliva, Danielle sentía el corazón casi saliendo de la boca, no podía creerlo, sabia lo que estaba por hablar.

-Hola...Danielle.

-Señor Gustin, Hola.

-Se que es extraño...no quedo ajeno a eso pero tu tío me dijo que buscas empleo y bueno...yo estoy desesperado por encontrar una niñera para mi hijo.

-oh...bueno, lamento eso ..es que yo...- Las palabras no salían de su boca, se enredaban y Grant se sentía como si le estuvieran rechazando mas allá de un trabajo.

-¿Que es lo que pasa?.- Danielle suspiró.

-La verdad necesitaba un empleo con horarios flexibles, y ya he conseguido uno.- Sintió como el arrepentimiento se apoderaba de todo su ser.

¿Como un empleo sirviendo mesas sería mejor que cuidar a un chico dulce e hijo de un tipo que la hacia sentir como nunca nadie la había hecho sentir?.