Callate Y Besame...

6. Sueño Caliente

Sentí como la musica se hacia cada vez mas fuerte, me desperté de un golpe saltando de la cama mi teléfono sonando era lo que escuchaba, al despertar estaba empapada en todos los sentidos, mi respiración estaba agitada y desesperada no podía creer que lo que acababa de pasar solo era un sueño, me senté en el borde de la cama con la cabeza entre las manos respirando profundo para calmarme mientras veo la camisa llena de café y mordiendo mis labios al recordar los intensos besos en aquel sueño deslice mis manos por mis piernas hasta mi entrepiernas encontrando que estaba tan humedad que había traspasado la ropa interior y el pantalón deportivo que aun no me había cambiado.

Eche un vistazo por el cuarto sabia que estaba sola pero uno nunca sabe me metí entre las sabanas deshaciéndome de mi ropa, tome él bra de Diana, cerré los ojos para comenzar a tocarme pensando en ella y en él suelo que acababa de tener, gemidos ahogados escapaban de mi boca mientras con mis manos exploraba mi cuerpo imaginando que era Diana quien lo hacia, mi piel se erizaba, los gemidos se haciendo mas seguidos y fuertes, arqueaba mi espalda mientras el placer se iba acrecentando hasta el completo éxtasis.

Al terminar de jugar conmigo misma me quede un instante entre las sabanas con la piel sudada y casi sin aliento mordiendo mis labios, viendo el techo del cuarto mientras todo daba vueltas no tenia ni la menor idea de como llegar a Diana pero tampoco quería que Alice se saliera con la suya, obviamente no iba a ser tan fácil como en mi sueño pero si debía hacerme amiga de su secretaria y rogarle que me ayudara, siempre he pensado que nadie sabe mas de las personas que sus secretarias así que lo mas seguro era que ella tuviera las respuestas que buscaba, gire sobre mi espalda para revisar el reloj en la mesita junto a la cama marcaba las 11am así que me levante de la cama y tome una ducha de agua caliente tenia como misión lograr hablar con la secretaria de Diana en un lugar a solas para pedirle su ayuda y que mejor que la hora de almuerzo para eso, luego de ducharme me coloque una falda de talle alto color vino, un croptop blanco alto hasta el cuello, una gargantilla de cristales vino sobre una base dorada, unas botas negras de tacón grueso, el cabello suelto en hondas y uno maquillaje muy delicado. Tome las llaves del auto, lleve la ropa de Diana a la tintorería lo deje como un encargo normal así que estaría lista para dentro de dos días, luego me dirigí a la oficina y me quede fuera del edificio esperando a que la asistente de Diana saliera, espere por unos minutos revise el reloj eran las 11:40 am, volví a levantar la vista y pude observar como la secretaria de Diana caminaba hacia un auto, la seguí un poco 

- Oye espera!! - dije mientras caminaba tras de ella 

- Oh! Hola - dijo ella con una amplia sonrisa

- Oye disculpa... puedo invitarte a comer para hablar? - dije tímidamente mientras acaricio mi cabello 

- Claro seria divertido pero de que quieres hablar? - dijo mientras sonreía con picardia 

- Estemm quiero pedirte algo se que no te conozco pero quiero que me ayudes con....- ella me interrumpió

- Con Diana, verdad? - dijo un tanto decepcionada pero con una sonrisa amable 

- Si! claro si no te molesta la verdad me gusta mucho y me gustaría poder algún día tener algo con ella - dije bajando un poco la mirada tímidamente

- Seguro, pero tu invitas - dijo con una sonrisa - ah y mi nombre es Monica mucho gusto -

- Mucho gusto soy Juliet - dije sonriendo extendiendo mi mano y ella sonrió 

Caminamos juntas hasta mi carro, estuvimos en silencio todo el viaje a un restaurant cercano de ves en cuando la encontraba viéndome pero no se lo hacia notar, al llegar caminamos juntas hasta una de las mesas y pedimos el almuerzo 

- Que quieres saber de Diana - dijo sin esperar mas mientras la mecerá se alejaba de nuestra mesa 

- Quiero saber como llegar a ella de una manera romántica - dije acariciando mi cuello nerviosa cruzando las piernas, ella solo me vio un instante paresia estar recordando algo se mantuvo un par de segundos pensativa viéndome directamente a los ojos me sentía un poco intimidada pero no le quite la vista 

- Tengo una idea para que te puedas acercar a ella sin Alice de por medio - dijo rompiendo el silencio - estas segura de meterte en esto... Alice puede ser despiadada - dijo para asegurarse 

- No me importa - dije sin pensarlo dos veces no conocía por completo a Diana pero me gustaba demasiado, ella solo sonrió 

- Mas tarde enviare a tu casa un invitación, sera el mejor momento para acercarte deberás aprovecharlo al máximo - dijo ella tomando la copa de vino en sus manos para dar un sorbo y desviar la vista por todo el restaurant  

- Pero de que trata? - dije haciendo que ella volviera su atención a mi 

- Ya lo sabrás, porque tanta prisa tendrás tiempo para alistarte, esa invitación es para este sábado - dijo ella comiendo tranquila estábamos a martes apenas así que si realmente tenia tiempo para alistarme sea lo que sea a lo que se refiriera 

- Esta bien y mientras tanto que puedo hacer? - dije mientras comía 

- De que trabajas? - dijo mientras cambiaba el tema y recordé que aun seguía anónimo el asunto de que era escritora 

- Es algo complicado... Pero acabas de darme una idea de que debo hacer esta semana - dije sonriendo 

- Te gusta leer? - dijo cambiando de tema parecía haber recordado algo importante

- De hecho si es una de mis pacciones, porque? - dije mientras la veía interesada 

- Bueno lo que sucede es que a Diana le fascina un escritor o una escritora la verdad ella sospecha de que es una mujer y siempre dice que su fantasía seria tener algo con ella - dijo ella con esto ultimo como si fuera un sueño muy absurdo y recordando como se llamaba el auto y autora de los libros

- Recuerdas como se llama? - dije interesada habían millones de escritores seria demasiada coincidencia

- Umm... creo que se llama J.Morgan - dijo sonriendo, mientras en mi cara se plasmaba una sonrisa de oreja a oreja tenia demasiada buena suerte 

Luego de almorzar hablamos un rato mas, luego la lleve a su oficina cuando nos despedíamos con un abrazo y un beso pude observar como...