q u i n c e

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Habia pasado una semana desde aquella cena.

Mi torpe confesión nos habia traído un incomodo silencio esa noche.

Pero no me arrepiento de haberlo hecho.

Siento que ahora puedo expresarme con el señor Kim libremente.

Por que se que el siente lo mismo que yo.

El me quiere como yo a el.

Aún con mis defectos y mis virtudes.

Aún cuando no quiera ningún compromiso.

Tal como yo a el.

Lo miré escribiendo en su computador.

Y le sonreí.

El lo hizo de vuelta. Se le marco una pequeña linea en la comisura de sus sexys labios.

Usted No Sabe ↪ k.j.m ;06Donde viven las historias. Descúbrelo ahora