d i e c i s i e t e

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Nos fundimos en uno.

Jamás había sentido tanto placer.

El me mostró tanta pasión contenida durante tanto tiempo.

Me tomo con fuerza y dulzura.

Nuestros cuerpos temblaban cada vez que llegábamos al punto máximo.

Me derretía al besarme y acariciarme.

Su lengua húmeda repaso cada centímetro de mi cuerpo.

Me encargue de acariciar el suyo.

Tomar su cabello, jalarlo hacia mi, demostrado cuánta era mi necesidad de poseerlo.

La temperatura podía sentirse cada vez más, nuestros cuerpos se hicieron uno hasta el amanecer.

Oh Dios mío. Esto parece pecado.

Usted No Sabe ↪ k.j.m ;06Donde viven las historias. Descúbrelo ahora