Conociéndola

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La primera vez que vi a Annabeth  tenía aproximadamente 9 años. Su familia se estaba mudando a la casa contigua a la mía y mi madre tan amable como siempre los invito a cenar.

Mi madre como sabes siempre fue una mujer perfeccionista, por lo cuál mientras colocaba los areglos florales en la mesa, me enviaron a abrirles la puerta. Ella traía un vestido rosa -ironico que años despues ella odiara ese color- y recuerdo perfectamente que de su brazo colgaba el libro "El principito". Yo amaba los autos de juguete, él unico momento en el apreciaba y disfrutaba un libro era cuando me contaban algun cuento para dormir. Mientras permanecí mirando asombrado que trajera un libro,ella me extendio su diminuta mano y sonrojando sus mejillas me dijo "Soy Annabeth Camille Sophia Stone".

Mi madre murmuro que seriamos buenos amigos. Pero eso no sucedío. No fui su vecino enamorado de ella secretamente toda la vida, no fuimos mejores amigos de niños (si bien jugabamos aveces),  no eramos tan cercanos. En la escuela ni siquiera nos hablabamos,un saludo cortés bastaba. Solo eramos vecinos con padres que tenían una amistad. Solo eso. No teníamos relación alguna más que una simple cordialidad formal.

Con él paso de los años como era de esperarse: crecimos.
Ella solía ser una persona alegre, cariñosa, tímida, mejor promedio de clases e la hija modelo que todo padre aspiraba a tener. Pero eso fue cambiando poco a poco cuando cumplió sus 15 años, sus calificaciones habían bajado, se había vuelto fría y sí bien su timidez la acompaño toda su vida, ya no era tan tímida, no para mandar al diablo a las personas al menos.

El cambio fue radical y notorio, podría decirse que dejó de ser un ángel para ser un demonio, así de excesivo, de un extremo al otro.

Pero devuelta, no eramos cercanos así que si bien su radical cambió me intrigó, no pregunté. Ni era de mi incumbencia y para ser honesto, tampoco me interesaba demasiado.

Mariposa azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora