Pasado

84 8 7
                                    

Era una calurosa tarde de verano de esas que estraña vez calienta tanto a finales de agosto cuando ya queda poco de tiempo veraniego el sol se estaba poniendo aunque aun se respiraba el calor y el polvo que se suele levantar en estos dias por los bañistas de la playa de al lado,yo estaba en casa oteando el horizonte con semblante melancólico. Mi mirada se perdia donde el sol y el mar se funden mientras las ultimas horas del día llegaban a su fin...otra vez.
Me di la vuelta, me sentía cansado y apagado( aunque supongo siempre suelo presentar esa visión a la vista de la gente) bajé las escaleras apesadumbrado y pesadamente como si no me molestara en el ruido que generaban mis pisadas al bajar los escalones. Me dirigí a la cocina y me preparé un vaso de agua, tomamos agua mineral ya que vivimos en lo alto de un acantilado y nos llega agua de la montaña.
Vivo con mi abuela y mi madre, ellas me adoptaron aunque no lo hicieron en un centro reglamentario que se dedique a esto, a mi me abandonó mi padre cuando tan solo tenía 5 años. Recuerdo ese dia como si fuera ayer...
-Saul ponte el jersey y la chaqueta, tenemos que irnos
-Si papà,ya voy-dije apretando el velcro de los zapatos
-Toma coge esto-me dijo agarrandome un hombro con una mano y enseñandome una foto tamaño carnét por la otra con el semblante muy serio y una mirada penetrante, esos ojos verdes que se clavaban en mi y ne decian:"esto es importante"

Cogí lo que me había mostrado y lo meti en el bolsillo de la chaqueta sin detenerme un apice para mirarlo.
Fuimos en coche, íbamos por una carretera muy sombría que estaba entre un bosque y una cornisa bajo la cual una tempestad batía las olas violentamente y con mas fuerza que la que el mismo poseidón podría otorgar. Un kilómetro mas adelante siguiendo esa cornisa era dónde me esperaba mi futura vida...
Mi padre detuvo el coche de repente en medio de la calzada no se molesto ni en acercar el coche a la "acera" y me dijo:
-Baja del coche
-pero...
-He dicho que bajes del coche-me dijo alzando la voz.

yo estaba asustado y lentamente extendí mi mano para abrir la puerta y salir del coche. Entonces el encendió el coche y retomó su marcha, me dejó allí ,tirado, al lado de un bosque terrorífico y al verme un búho salió volando. Los truenos retumbaban y las olas agitadas daban un clima que helaba la sangre. Un par de minutos después, mi padre regresò en la dirección en la que se había marchado sin dar explicación y entonces pensé que volvía a por mi y que todo tendría una explicacion razonable por lo que fui corriendo hacia el coche y casi me atropella al pasar, mi padre quiso matarme.
Me sentí solo humillado,abandonado y odiado pero sobre todo solo, solo y triste.
Me fui caminando hasta llegar a la ciudad, pensé en volver a casa pero enseguida deseché esa posibilidad por lo que me limité a sebtarme en un bordillo, luego vinieron los llantos y finalmente el gritarle al aire y desahogarme entre tartamudeos, al final me quede dormido y cuando me desperté 2h mas tarde había una pobre ancianita frente a mí, al ver si cara no ne asusté, es mas era tranquilizadora.
-no tengas miedo mi pequeño-me dijo mientras se acercaba para abrazarme y darme unas palmaditas consoladoras en la espalda-ahora todo va a salir bien.
Me llevó con ella hasta su casa, era una mansión mas que una casa de lo grande que era pero algo descuidada,la casa no parecía de este siglo, casi toda ella parecía hecha a base de madera y poco cemento y tejas para el tejado. Era enigmàtica pero acogedora por dentro.
Dormí allí aquella noche y no volví a dormir en otro lugar nunca màs ni volví a la ciudad.

BaldemurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora