I Love You, But Not In That Way.

2."Porque idiota se nace, no se hace".

Salí de la ducha y me miré por un segundo en el espejo, como cualquier chica de 16 años, tenía imperfecciones, mi nariz era muy respingona, mis cejas no tenían buena forma, mejillas demasiado regordetas, mis pestañas demasiado cortas, ojos pequeños de color oscuro. En realidad creo que lucía como una chica normal, pero demasiado lenta.        Deje de verme en el espejo, me coloqué mi bata y salí del baño, vi como mi hermano Eric salía de su cuarto con una toalla en la mano. El maldito se iba a bañar cuando se suponía que ya tendríamos que estar de camino a la escuela.

-15 minutos, ni más, ni menos.-le dije, escuche un bufido saliendo de su boca y sin más que decir, entré a mi habitación.
Mi cuarto era, se podría decir...lindo? Las paredes de un color rosado (que odiaba pero no podía quejarme) y mis muebles de un color blanco topacio, en realidad no podía decir mucho, era un cuarto normal.

Tomé mi uniforme y comencé a vestirme, le di un vistazo al reloj -Mierda, 6:20- comencé a apurarme en serio, tenía 15 minutos para estar lista, si no salía en ese lapso de tiempo, llegaría tarde, justo lo que quería evitar. Conecte rápidamente la secadora y comencé a a tratar de hacer un milagro con el, mi cabello era de color castaño oscuro, me llegaba debajo de los hombros, era ondulado, me gustaba mi cabello, pero este nunca se acomodaba como yo quería. Me vi una ultima vez en el espejo, el uniforme no me quedaba tan mal...
Tomé mi mochila y salí de mi cuarto, escuché risas en la parte de abajo -Bien, ya están listos- Entré al comedor y vi a mis dos hermanos peleando por el cereal, rodeé mis ojos, tomé una manzana y se la lancé a Eric, gracias a sus reflejos, logró atraparla antes de topar en su cara, una lástima...

-Yo ya me voy.- les dije, tomé una manzana que estaba encima de la barra, me di media vuelta y me dirigí a la puerta, escuche pasos detrás de mi, bien, no tendría que batallar.

-El último cierra.- Escuché bufidos por parte de los dos, decidí ignorarlos, tome las llaves de mi bolso y le quité el seguro al auto, entré en el asiento de copiloto, no conocía muy bien la ciudad y no quería perderme, así que el conductor sería Eric, ya que él había sido el que nos había inscrito en la escuela.
Me coloqué el cinturón y esperé a que Trevor subiera el auto, comenzamos a movernos en dirección al norte si mal no recuerdo. Realmente no conocía nada de esta ciudad, pero no es como si me importara mucho. Puse a Coldplay en el sonido del auto, y deje que sus dulces y tranquilas notas me relajaran, hoy sería un día de la mierda, de eso estaba segura, y así podía relajarme un poco antes de comenzarlo de verdad, porqué no?

Eric miraba con cuidado cada calle que pasábamos, como si temiera perderse o algo así. Ignoré los reproches de Trevor sobre el pésimo aire acondicionado y solo asentía a todo lo que decía. Pasamos por un parque antes de Eric se orillara en una esquina.

-¿Porqué haz parado?-le dije irritada, ya era tarde y no estaba de humor para aguantarlo.
-Ustedes bajan aquí, mi trabajo queda del otro lado de la ciudad, si no me voy ahora llegaré tarde.- dijo de manera inexpresiva.
-Me estas jodiendo verdad!? Por algo te pedí que te levantaras temprano!
-Por Dios Emma! Se me hace tarde, sal del auto ahora!
-Pero si no si quiera sabemos a dónde ir!-dijo Trevor fastidiado, a él realmente no le importaba llegar tarde, pero si disfrutaba el molestar a Eric.
-Miren, solo tomen esa calle de allí-dijo apuntando hacia la derecha- y se van todo derecho, al final de esa calle esta la escuela.
-Menudo idiota que tengo como hermano.-dije en tono bajo, aunque lo suficiente para que él escuchara.

Salí del auto dando un portazo, esto no se iba a quedar así. Detrás de mi venía Trevor, comencé a caminar hacia la maldita calle que me había señalado el imbécil de mi hermano, escuché el auto acelerar y vi como se perdía entre las calles. Comencé a analizar un poco más a fondo a la ciudad, había muchos edificios de ladrillo rojo, no podía ver alguna casa en la estrecha calle. Escuché una campana a lo lejos.

Mierda. Mierda. Mierda.

-Corre Trevor!- Me daba igual si él no corría, con que llegara a la escuela me era suficiente.
-Tranquila Emma!- dijo detrás de mi, no pude saber si también corría o solo caminaba muy rápido.
-Joder Emma! Cuidado!- escuché qué grito.

Me paré en seco al escuchar una bocina de mi lado izquierdo, miré y pude ver como un coche venía directo hacia mi, me quedé helada.-No te quedes parada Emma, haz algo!- me decía una y otro a vez, pero mis piernas no respondían, sentí la mano de mi hermano arrastrarme hacia atrás, todo parecía estar en cámara lenta, miré a la persona que estaba apunto de atropellarme, tenía unos hermosos ojos oscuros. No pude evitar sentir un escalofrío. Algo me decía que no sería la última vez que nos veríamos.