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Qué bien era sentir el aire puro luego de estar encerrada en el hospital. Habían pasado unas cuantas horas de lo ocurrido con Yunhyeong, acordarme me hacía ruborizar, me había costado darme cuenta de que me había enamorado y el beso me lo confirmó.

Amar y ser amado, ¿por qué ahora?, es tan cierto el dicho de que el amor no se busca, llega en cualquier momento y para mí mala suerte, no llegó en el momento indicado.

Ahora estaba pasando por una grave duda existencial, ¿debería sólo alejarme de Yunhyeong para no lastimarlo? O, ¿debería tan sólo dejarme llevar y hacernos daño?
Nunca he sido buena para tomar decisiones así que como siempre, escogí la incorrecta, pero la decisión incorrecta más bonita que pude elegir.

El sonido del teléfono me sacó de mis pensamientos, era Hanbin.

SK: ¡Tenías que ser tú!
HB: Me alegro de escuchar tu voz también.
SK: ¿Qué pasa?
HB: Así que esperabas la llamada de alguien, ¿eh? Pues lástima porque hablaré contigo todo el día.
SK: Ya no jodas y habla.
HB: ¿Vas a hacer algo hoy?
SK: Sí. (En realidad no, pero algo inventaré)
HB: Cuídate, no andes sola y llámame si algo pasa.
SK: No recuerdo el momento en que te convertiste en mí papá...
HB: Te quiero, desgraciada. Así que no seas terca.
SK: Idiota, te odio. Voy a colgaaaar~

No podía expresarle mi cariño a Hanbin porque me daba pena, si yo me voy... No. Basta. Ya no quiero comenzar con mamonadas.

Le marqué a Yunhyeong, ni lo pensé y cuando me di cuenta de lo que había hecho ya era demasiado tarde.

YG: ¿Si?
SK: ¿Ya no vas a correr?
YG: No molestes.
YG y SK: ¿Quieres salir?
YG: Bueno digo...
SK: Claro, vamos.
YG: Pasaré por ti en cinco horas, tu casa está muy lejos así que tendré que irme en bote.
SK: Tonto, jajaja.
YG: En cinco minutos estoy allí.
SK: Okay, adios~

No tenía ni la menor idea de donde iríamos pero qué importa, iba a estar con él y lo era todo.
Tal y como lo dijo, a los cinco minutos estaba metiéndose por mi ventana rota que Hanbin aún no me arreglaba. Por suerte, no me estaba cambiando de ropa.

Yunhyeong notó la ventana y dijo que lo esperase un momento, puso un plástico y dejó de entrar aire.

YG: Te puedes resfriar, está haciendo mucho frío.
SK: Aún así entrara algo de viento.
YG: Pues duerme en mi casa. Solucionaríamos el problema y tendrías un bonus.
SK: ¿Qué? ¿Bonus?
YG: Claro, dormirías con un osito calentito.

No supe qué decir ni qué hacer. Me ruboricé tanto que sentí el ardor en mis mejillas.

YG: Hey, ¿qué piensas?, digo con mi osito de peluche, que es muy calentito.
SK: No, nada, sólo...
YG: Pero pues si quieres otro oso...

Lo sabía, cada una de sus maniobras y a decir verdad, no me parecía mal, era adorable.

SK: ¿No vamos a salir?
HB: Nuestra cita hoy será, ¡aquí!
SK: Seguro que somos muy singulares.
HB: Pues sí, feita.
SK: Ya basta, o ¿quieres que te llame feito?
HB: Okay, pararé, cariño.
SK: No hay nada que hacer contigo.
HB: Hay muchas cosas que hacer conmigo...

Sentí la tensión luego de eso, estaba incómoda y obviamente el sentimiento era mutuo.

Yunhyeong comenzó a acercarse poco a poco a mí, me miró a los ojos y se detuvo.

YG: ¿Lo has estado pasando mal, cariño?
SK: Pues...
YG: Te cuidaré para que no vuelvas a enfermar...

Me abrazó y comenzó a acariciar mi cabello, sin saber porqué, lloré. Había pasado mucho tiempo desde que me había sentido apreciada.

Yunhyeong me hacía sentir eso que nadie hacía, Yunhyeong me hacía sentir viva, Yunhyeong me hacía sentir amada.

Yunhyeong, yo te amaba.

|| 30 DAYS || YunhyeongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora