Recuerdos Imnolvidables

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"Christopher"

Conocí a Christopher en un Arcade a los 8 años, el era tres años mayor que yo.

¿qué que hacía una niña de ocho años en un Arcade?

Mi hermano mayor Gerald (que en ese entonces tenia catorce años) quería salir con sus amigos al Arcade de la ciudad y tenía que cuidarme. Entonces tuvo la magnifica idea de llevarme a mi, al Arcade.

Siempre me daba dinero, aún que sabía que lo iba a malgastar siempre, por suerte para mi, conocí a Christopher.

Recuerdo que era un desastre en los videojuegos de Arcade, hasta que Christopher empezó a jugar conmigo.


Una vez, estaba jugando un viedeojuego de armas "Call of Duty" yo era terrible en ese juego. Christopher se dio cuenta de lo mal que jugaba y decidió enseñarme a jugar.

- Si, sigues así, nunca pasarás de nivel, tienes que esquivarlo ante de disparar. Presta, te esnseño -Puso sus manos sobre las mías. Claro yo me dejé, por que pues, tenía ocho años.

"Y así pasaron los días, meses y años"

Ibamos cada día después de la escuela a jugar cualquier videojuego. Para nosotros era mas que un vicio de Drogas o Alcohol, era nuestra vida. Era lo que mas amabamos en el mundo, aparte de lo que no importa ni interesa.

Un día mi hermano dejó de llevarme al Arcade, tenia 14 años, y decidí salir sóla, cuando llegué mi hermano no estaba allí, por mas que lo buscara y lo buscará no lo encontré. Me resigne y dejé de buscarlo, Christopher me ayudo, pero nada.

Se nos habían pasado las horas por estar jugando, eran las ocho de la noche, y seguíamos jugando, cuando de repente suena el celular de Chritopher.

Cuando termino de hablar estaba entre una combinación de tristeza y enfado, no sabía por que.

Me dijo que me llevaría a mi casa, nunca habíamos salido juntos del Arcade(claro que voy, nunca a ningun lugar) y para mi era algo especial, no se por que.

-¿Subes o que Riley? - me extendió su mano para que subiera a su motocicleta. Recuerdo que la pintó azul por que yo le dije que así se veía mejor,ya que era negra.

- Si, es que... ya voy! - subí a su motocicleta.

- Sabes hace frío, no quiero que te enfermes, tomá - se quitó su chaqueta de cuero y me la dio. Un detalle muy lindo de su parte. - ¡Sujétate de mi cintura! - me sujete como el dijo y recoste mi cabeza en su hombro.

El no me llevo a mi casa esa noche...

ChristopherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora