#8 por poco

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Emily:

Comencé a dibujar en el parque para matar el tiempo, cuando su fuerte olor me captó, al verlo cerré rápido mi cuaderno de dibujos y lo vi de pies a cabeza, se veía tan guapo como siempre y su sonrisa era para verla todo el día.

Caminamos de la mano hasta mi casa, cuando solté su mano sentí un vacío y un frío inundarme, ignorando el sentimiento de soledad abrí la puerta, mi madre estaba en la cocina y si veía a Andrew sería un problema.

–camina en silencio y rápido– susurro

–¿Emi?– mi madre sale de la cocina y me auto golpeo–¿quien eres?

–hola señora, soy Andrew Miller–se dan la mano

–¿este es el chico del que siempre hablas?–siento mi cara arder en vergüenza y veo a Andrew por el rabillo del ojo, sonreía de lado burlonamente y se veía una chispa de emoción en sus hermosos ojos.– es muy guapo– estaba demasiado avergonzada–oye Andrew, ¿quieres venir a una cena en tres días?

–mamá creo que...

–me encantaría–me interrumpe.

Después de esa vergonzosa charla subimos a mi habitación, me sentía nerviosa ya que nunca había estado con un chico en la misma habitación, pero debía mantener mi cordura, nos sentamos en mi cama, yo apoyando mi espalda en la fría pared y él en frente también apoyando su musculosa espalda en la pared contraria.

–lamento lo de mi madre...–él comenzó a buscar entre su mochila

–descuida princesa–dice viendo a mis ojos

–¿puedes dejar de hacer eso?–pregunto irritada

–¿el qué guapa?–pregunta divertido

–sonreír así y verme tan intensamente

–¿asi?–se acerca y yo hago mi espalda para atrás hasta tocar la pared, se subió sobre mí acorralándome contra la fría pared y me veía a los ojos, me sonrojé, el calor corporal de Andrew se mezclaba con el mío y sus labios estaban muy cerca–¿así?–su aliento con olor a menta golpeaba contra mi cara, su mano se apoyó al lado de mi cabeza, estaba ardiendo en vergüenza–te pusiste roja
-no digas tonterías–intento apartarlo pero fue un fracaso

–eres muy linda, más con ese rico color rojo en tus mejillas, dime algo, ¿que pasa si...?–su pregunta quedó en el aire cuando pasó sus ojos a mis labios, mi corazón comenzó a latir rápido, acercó más su cara y justo cuando comenzaba a cerrar mis ojos y justo para juntar mis labios con los de él, llaman a la puerta, Andrew suspira y se aleja, mi madre asoma su cabeza

–¿galletas?–asiento en silencio con la cabeza baja, ¡casi beso a Andrew! ¡A ANDREW!

Cuando logré calmarme iba a tomar una galleta, ¡pero Andrew se estaba comiendo la última!

–¿la querías?–dice mostrando la galleta con un mordisco por parte de él, lo miro mal, MUY mal
¡Se comió mis galletas!

(...)

Después de darle clases de las materias bajé para despedirlo

–ah, Andrew–le llamo antes de que se vaya–no vuelvas a intentar besarme, no hagas eso de acorralarme–me mira con una sonrisa y se acerca nuevamente a una distancia muy peligrosa

–no me puedes reclamar, por que después de todo, no me detuviste. Es más cerraste los ojos esperando el beso–siento mi cara arder–pero, amo verte con ese rico color rojo en las mejillas y si te daré un beso... Prefiero hacerlo bonito y romántico–se acerca y me agarra el mentón, cierro los ojos con fuerza y siento sus labios en mi frente–que tengas una hermosa noche como tu, que eres hermosa.

No dijo más y caminó hasta desaparecer de mi campo de visión.

Un Golpe De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora