Después de dejar que Sabrina se fuera en el auto a casa mientras yo tomaba un taxi, le hice entender que era mejor cuidarla por el bebe. Se enojo pero pronto se le pasó.
A decir verdad sólo me importaba el bebe. Después de todas las cosas que me había dicho en la consulta al médico, deje de intentar mantener una amistad entre nosotros.
Sabrina ya tenía 7 meses del embarazo y se quejaba de todo, de la gordura, las estrias, celulitis, etc. Básicamente vivíamos peleando día y noche por todo. En cuanto a nuestros padres, se llevaron bastante bien la noticia. Pero todo se termino cuando a las 3 semanas discuti fuerte con Sabrina causando algo que no quería...
-Sabrina por que no has estado tomando las maldi*** vitaminas, eh!? Las tienes para eso no para adornar la casa. O te las tomás o...- no me dejó terminar ya que me interrumpió igual de enojada que yo.
-O que? Eh? Que vas a hacer? Sabes que? Mejor me voy por que no te aguanto más apenas nazca este feto lo doy en adopción o no se, pero no pienso aguantar más esto!- sentenció, agarró las llaves del auto y se fue.
No supe nada de ella hasta que a la hora de que ella se había ido de casa me llaman del hospital.
-Hola?
-Hola, está el señor Evans?
-Sí, soy yo. Por que tiene el teléfono de... Mi esposa?- dije no muy seguro de usar esa palabra.
-Mire señor necesitamos que usted se acerque lo antes posible al hospital de la trinidad, su esposa a sufrido un accidente automovilístico- dijo la otra voz.
- Y mi bebe??!Ella y el bebe están bien? - dije más que preocupado.
-Señor venga los más pronto posible por favor.- dijo y corte la llamada.
Corrí a agarrar mis llaves y salí en mi auto hacia el hospital.