Capítulo 2: Adiós silencio

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Capítulo 2: Adiós silencio

Soundwave.

No podía creer que seguía ahí parado sin hacer ni decir nada. Bueno, no es como si yo hablara mucho de todas formas. Pero tenía que responderle a mi líder, a mi Lord. Aunque estuviera... ¿enojado?

Sólo atiné a estirar uno de mis tentáculos y abrir la puerta, no lo haría esperar mucho más. Y ahí estaba él, siempre con su imponente figura y gran tamaño. Nunca dejaría de quedar maravillado ante tal esplendor. Por más idioteces e insultos que el seeker profiriera hacia mí, yo no cambiaría mi forma de pensar.

Amaba a Megatron, mucho más que a mí mismo. De hecho, ni siquiera creo amarme a mí mismo.

Sólo que, ahora me encontraba... molesto. O talvez tomé energon en mal estado y mi sistema lo está resintiendo.

—¿Porqué la tardanza en dejarme pasar, Soundwave?

Dijo al adentrarse, acercándose un poco a mí. Y justo ahora no estaba de lo mejor. Sabía que era mi líder, mi Lord, el dueño de mi Spark. Pero algo debió fallar en mi procesador, porque solo tenía ganas de tirarle un fuerte puñetazo... de palabras. Ese puñetazo que quise darle a Starscream y no lo hice.

Únicamente ladeé mi cabeza hacia la izquierda. Él solo desvió su mirada hacia cualquier punto de la habitación.

—Te necesito, porque necesito saber si ya decodificaste los últimos archivos de Iacon que te pedí.

Su voz retumbaba en mis receptores de audio. Siempre había amado su voz. Tan fuerte, tan potente, tan decidida. Pero hoy, con eso, solo lograba hacerme hervir el energon. La spark, me dolía.

No lo entiendo. No sé porque, es como si esperara... que dijera algo más; pero no fue así. Realmente no sé que es lo que yo esperaba.

Tenía que limitarme a mi lugar. Así que, desplegué los informes que ya tenía sobre tal archivo. Estos eran sobre la fórmula del energon sintético, ese que hasta ahora ni el médico autobot ni nuestro médico habían logrado perfeccionar aún. Y para mi desgracia, yo ya no podía seguir codificando más. El lenguaje de los Prime, era demasiado antiguo, y lo siguiente era demasiado para mi sistema. Claro que me sentía mal al respecto, yo no quería fallarle a mi Lord. Pero, no podía hacer más.

Claramente vi la expresión decepcionada en su rostro, y yo solo podía bajar la mirada, aunque la cubriera mi visor.

—Que mal... Está incompleta, por lo que veo. Estoy decepcionado, creí que dabas para más. Aún así, eres un buen soldado.

... ¿Solo eso?, ¿un buen soldado, y ya?... Lo sé, y lo entiendo. Soy un decepticon más, pero, al menos creí que era más que un soldado. Soy fiel, soy aquel que lo seguiría hasta a un pozo sin fondo así eso significara la muerte.

Y de todas formas, solo soy un buen soldado. Está bien, me lo tragaré y no diré nada, como siempre.

Apreté fuerte mis manos, formando un puño y causando un metálico ruido.

—¿Todo bien, Soundwave?

Seguramente lo escuchó. Ese pequeño ruido, ese pequeño raro comportamiento en mí. Porque cualquier movimiento en mí que no fuera estar quieto, era sospechoso.

Tenía mi oportunidad. Él preguntaba si estaba bien, y yo, ¿lo estaba? Ahora podría decirle todo lo que tenía atorado en el tórax. Quizá así me sentiría mejor.

Pero solo asentí con mi cabeza, no le diría nada.

Y así mi líder pareció entender. Como me encantaría que adivinara por sí mismo que no me encontraba bien. Que se acercara a mí y me dijera... no lo sé. Algo reconfortante, algo distinto de lo que me dice siempre. Como quisiera que notara mis sentimientos.

La mente del calladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora